VISTO / OÍDO

¡Ratzinger!

Me fijé, horas antes, en quienes apostaban contra el alemán. Personas buenas, de las que todavía creen en la noción infantil de que lo peor no puede llegar; los que suponían que nunca iba a entrar Bush en Irak: gentes que creen en la Razón. La locución en nuestro idioma "¡Eso no es posible!", para mí indica que "eso" va a suceder: vivimos en el reino de lo imposible real. Hoy algunos amigos están disgustados. Llaman a Benedicto XVI el "pastor alemán"; o dicen "Nazinger". Faltas de respeto, que pagarán cuando vuelva Aznar ("¡Eso no es posible!"), que elogió al nuevo Papa durante la presentación...

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Me fijé, horas antes, en quienes apostaban contra el alemán. Personas buenas, de las que todavía creen en la noción infantil de que lo peor no puede llegar; los que suponían que nunca iba a entrar Bush en Irak: gentes que creen en la Razón. La locución en nuestro idioma "¡Eso no es posible!", para mí indica que "eso" va a suceder: vivimos en el reino de lo imposible real. Hoy algunos amigos están disgustados. Llaman a Benedicto XVI el "pastor alemán"; o dicen "Nazinger". Faltas de respeto, que pagarán cuando vuelva Aznar ("¡Eso no es posible!"), que elogió al nuevo Papa durante la presentación de su libro (fue su orador mi biógrafo César Alonso de los Ríos: equivocado en lo mío, pero lo que vale es la intención, sobre todo si es mala), y recogió todas las consignas contra Zapatero que dicen ahora sus camarlengos. Es todo un frente. Es, recordémoslo, un Movimiento. Fue la palabra que inventó Franco -o los que inventaban para él: Dionisio, Serrano, Rafael, los Eugenios- para hacer unidad de lo disperso: de la Falange joseantoniana y de la oportunista y los señoritos de cortijo andaluz, de los monárquicos de sombrero verde -"Viva El Rey De España": se lo ponían, se lo ponían-, de los cardenales y los obispos -pensando en Ratzinger, me acordé de Segura, en aquella Sevilla-, de los burgueses desclasados por los obreros ascendentes, de las vírgenes ancianas, las boinas rojas del requeté y las aspas de Borgoña del otro rey, de los republicanos de "¡no es esto, no es esto!" (pero, ¿qué se creían que iba a ser?) y los pancistas (tendencia o actitud de quienes acomodan su comportamiento a lo que creen más conveniente y menos arriesgado para su provecho y tranquilidad. Acad.). Ésos son los grupos que veo y leo ahora. Ya es tarde. Perdieron la ocasión en los últimos tiempos de Franco, y aun después de su muerte. Es, sin embargo, muy útil el "pruebe y compare".

(Harto de subordinar oraciones, y por solidaridad con el lector que se puede perder en el laberinto, termino más normalito). Ratzinger se anunció con el discursillo de antes del cónclave. Fue elegido, alimentado, honrado por Wojtyla. Dirigía la congregación de defensa de la fe, o Santo Oficio: o Inquisición. El Opus está con él, sobre todo el español, que es el más Opus de los Opus Dei. Es lo lógico, lo realmente lógico. La Iglesia se atrinchera: hace bien, porque tiene los siglos contados.

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