Especial
Aún a medio camino entre lo que le ha hecho popular -intérprete de canción española- y lo que, según se desprende de su último trabajo discográfico, Flaca de amor, ella parece que ha escogido ser algo más cercano a Serrat. Pasión Vega ofreció un excelente concierto que, no obstante, quizá pudiera aún admitir algunas discutibles mejoras en el diseño del espectáculo o en la naturaleza de los arreglos musicales. En lo primero, porque quizá fuera oportuno que Pasión pisara las tablas más con el "aquí estoy yo" de una tonadillera y luego se fuera entregando en progresión ascendente hasta alc...
Aún a medio camino entre lo que le ha hecho popular -intérprete de canción española- y lo que, según se desprende de su último trabajo discográfico, Flaca de amor, ella parece que ha escogido ser algo más cercano a Serrat. Pasión Vega ofreció un excelente concierto que, no obstante, quizá pudiera aún admitir algunas discutibles mejoras en el diseño del espectáculo o en la naturaleza de los arreglos musicales. En lo primero, porque quizá fuera oportuno que Pasión pisara las tablas más con el "aquí estoy yo" de una tonadillera y luego se fuera entregando en progresión ascendente hasta alcanzar el clímax típico de un gran concierto de música pop -lo mejor al final y en los bises-.
Pasión Vega
Pasión Vega (voz), Jacob Sureda (dirección musical, piano y teclados), Pedro Barceló (batería), Paco Bastante (bajo), José J. Martínez Pantoja (guitarra española), Quique Berro (guitarras eléctrica y acústica), Diego Galaz (violín y guitarra) y Juan C. Melian, El Pana (percusiones). Teatro Albéniz. Madrid, 12 de abril.
En lo segundo, porque a veces los instrumentos llegaban a comerse a la solista; solista que tuvo sus mejores momentos cuando su voz sonó a medias con el piano en Ojos verdes. También alcanzaron altas cotas de belleza algunos de los temas de su nuevo disco: Flaca de amor, Teresa, Ni tú ni yo o Por algo será. En todas ellas la cantante brilló con ese fulgor que hace de ella una artista especial.