Crítica:JAZZ | Hard-Bop All Star

Oficio y genio

Si le preguntan a algunos, entre los miles que acudieron a escuchar a los Hard-Bop All Stars, y era un "sí, pero...". Le preguntan al crítico, o sea, a uno, y uno le hubiera dicho al interesado que no había gozado tanto desde la boda del príncipe Carlos con Diana de Gales. Quizá sea que uno se inició en el asunto escuchando a estos músicos y similares. Es un saber que, si el septuagenario Benny Golson mira el reloj cada quince minutos, no es porque tuviera que acudir a algún lado, sino que, acaso, se viera acuciado por algún imperativo fisiológico propio de sus años. Lo cierto es que, al respe...

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Si le preguntan a algunos, entre los miles que acudieron a escuchar a los Hard-Bop All Stars, y era un "sí, pero...". Le preguntan al crítico, o sea, a uno, y uno le hubiera dicho al interesado que no había gozado tanto desde la boda del príncipe Carlos con Diana de Gales. Quizá sea que uno se inició en el asunto escuchando a estos músicos y similares. Es un saber que, si el septuagenario Benny Golson mira el reloj cada quince minutos, no es porque tuviera que acudir a algún lado, sino que, acaso, se viera acuciado por algún imperativo fisiológico propio de sus años. Lo cierto es que, al respetable le molestó tal cosa y, entre esto y lo de más allá, lo cierto es que no terminó de entrarle un recital modélico donde no faltó el oficio, pero tampoco el genio. Lo suyo, teniendo en cuenta que aquéllos eran los padres del invento, cinco iconos del jazz, tan distintos entre sí como puedan serlo el discreto Cedar Walton y el exuberante Randy Brecker. Al primero no hubo modo de escucharle; al segundo, no hubo modo de callarle, pues es músico de mucho pulmón y muchas ideas, también. Y estaban Benny Golson y Buster Williams y Jimmy Cobb. El último superviviente de Kind of blue -todavía, el disco de jazz más vendido de la historia- conserva su toque swingeante y etéreo, casi espiritual. En el repertorio, ningún Golson, varios Cedar Walton -Cedar's blues, Fantasy in D...-, algún Art Blakey y un happy end donde se honró la memoria de Charlie Parker, a cuya advocación se dedica el ciclo. La pieza elegida para la ocasión fue Confirmation; una elección llamativa que respondió al deseo de los intérpretes de revisar el repertorio menos visitado del genio de Kansas City. Reunidos los cinco veteranísimos en torno a la sombra alargada de Parker, dieron con una versión trepidante y esplendorosa, en el espíritu del primer be-bop. Un colofón inmejorable para la noche.

Fundación Pedro Barrié de la Maza

Benny Golson, saxo tenor; Randy Brecker, trompeta; Cedar Walton, piano; Buster Williams, contrabajo; Jimmy Cobb, batería. Palacio de la Ópera de Coruña.

Benny Golson.
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