La policía desmonta la estructura del 'comando Donosti' con tres arrestos

Una detenida en Hernani ayudó a huir a una célula etarra tras el 11-M

La policía detuvo ayer en Mondragón y Hernani (Guipúzcoa) a tres presuntos miembros de un grupo de apoyo del comando Donosti de ETA. Una de estas personas, Marta Igarriz Iceta, fue la encargada de esconder antes de su paso a Francia a los dos etarras que recibieron la orden de suspender una campaña de atentados tras la conmoción creada por el 11-M. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, considera que con esta operación, de la que aún penden flecos, está desarticulada la nueva estructura de ETA en Guipúzcoa.

Las detenciones que ayer practicaron agentes de la Comisaría Gene...

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La policía detuvo ayer en Mondragón y Hernani (Guipúzcoa) a tres presuntos miembros de un grupo de apoyo del comando Donosti de ETA. Una de estas personas, Marta Igarriz Iceta, fue la encargada de esconder antes de su paso a Francia a los dos etarras que recibieron la orden de suspender una campaña de atentados tras la conmoción creada por el 11-M. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, considera que con esta operación, de la que aún penden flecos, está desarticulada la nueva estructura de ETA en Guipúzcoa.

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Las detenciones que ayer practicaron agentes de la Comisaría General de Información son consecuencia de la operación desarrollada el pasado 25, día en que fueron detenidos tres miembros del comando Donosti. La policía considera que los recién arrestados prestaban "cobertura logística y operativa" a los etarras fichados y a sueldo de ETA que formaban el núcleo duro de la célula y también ocultaban a terroristas en su entrada o salida de España.

Marta Igarriz Iceta (San Sebastián, 1972) fue detenida en Hernani, mientras que los otros dos, Gorka Aztiria Etxeberria, de 27 años, y Gaizka Olabarrieta Cormenzana, de 25, fueron apresados en Mondragón. Todos ellos habían apoyado a los tres detenidos durante la Semana Santa y también a otros presuntos terroristas, como Alex Akarregui y Maite Aranalde.

Aranalde formaba junto a Iker Olabarrieta (detenido en Semana Santa) un comando que había penetrado en España en febrero de 2004 para cometer cuatro atentados durante el mes de marzo de ese año. Sin embargo, ambos recibieron la orden de replegarse y suspender la campaña tras la conmoción provocada en España por los ataques del 11-M. Las fuentes consultadas aseguran que antes de pasar la frontera para ser recogidos por Garikoitz Aspiazu, Txeroki, pasaron unos días en una casa que les facilitó Igarriz en Hernani.

La policía efectuó ayer siete registros en otras tantas viviendas, en las que requisó abundante documentación en papel y soporte informático que está siendo analizada. No obstante, no se hallaron ni armas ni explosivos.

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La policía considera que Igarriz Iceta llevaba ya años desarrollando las supuestas tareas de apoyo a los comandos y que era una de las piezas clave para intentar reconstruir el llamado complejo Donosti de ETA, uno de los más activos durante los últimos años. Eso permitió que Iker Olabarrieta, que estuvo en casa de Igarriz antes de huir a Francia en 2004, reclamase su colaboración cuando regresó a España a principios de este año.

Atentados perpetrados

De esta forma, logró instalarse en un piso del barrio del Antiguo de San Sebastián, en el que se ocultó junto a Carmelo Lauzirica, Itxina, e Igor González Solana, Enfermo. Lauzirica y Aimar Altuna -éste arrestado el pasado 19 de marzo en Le Cap d'Adge (Francia)- fueron los encargados de construir en Burgos el zulo o escondite en el que guardaban material para la fabricación de artefactos explosivos.

De ese zulo salieron las sustancias utilizadas para construir cuatro bombas que estallaron el día de la Constitución en Ávila, Valladolid, León y Santillana del Mar (Cantabria). Luego, Altuna y Lauzirica se marcharon a Valencia con la intención de cometer nuevos atentados, pero fueron identificados por la policía nada más llegar a la zona. Posteriormente, Txeroki envió a la misma zona a Mikel Orbegozo Etxarri y a Sara Majarenas para atentar en Valencia, Cartagena (Murcia), Jaén y Córdoba.

Todos los citados hasta ahora, salvo Txeroki, han sido detenidos este año por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. ETA ha cometido en lo que va de año siete atentados, dos de ellos con coche bomba, pero sin provocar víctimas mortales, aunque sí varios heridos leves. Por el contrario, ya han sido detenidos en España 39 miembros o colaboradores de ETA, mientras que en Francia han sido arrestados otros 11. "Tienen gente para seguir y dinero, pero este ritmo de detenciones es difícil que lo soporte ETA", aseguran fuentes de la lucha antiterrorista.

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