Dos etarras confiesan que anularon cuatro atentados y huyeron a Francia tras el 11-M

El jefe de ETA les dio la orden directa de suspender la campaña y los recogió en la frontera

Dos etarras detenidos el mes pasado estaban en España el día del 11-M con la misión de cometer cuatro atentados, pero se replegaron días después a Francia tras recibir una orden directa del jefe de los comandos de ETA, Garikoitz Aspiazu, Txeroki, de suspender la campaña criminal. Iker Olabarrieta, apresado la semana pasada como miembro del comando Donosti, y Maite Aranalde, arrestada en Francia el 19 de marzo último, pretendían atentar contra un ertzaina y un funcionario de prisiones e iban a atacar dos patrullas de la Guardia Civil, todo en el País Vasco.

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Dos etarras detenidos el mes pasado estaban en España el día del 11-M con la misión de cometer cuatro atentados, pero se replegaron días después a Francia tras recibir una orden directa del jefe de los comandos de ETA, Garikoitz Aspiazu, Txeroki, de suspender la campaña criminal. Iker Olabarrieta, apresado la semana pasada como miembro del comando Donosti, y Maite Aranalde, arrestada en Francia el 19 de marzo último, pretendían atentar contra un ertzaina y un funcionario de prisiones e iban a atacar dos patrullas de la Guardia Civil, todo en el País Vasco.

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Las declaraciones de Iker Olabarrieta Colorado, de 27 años -detenido el pasado día 25 en San Sebastián-, y de Maite Aranalde Ijurko, de 26 años -apresada el 19 en un apartamento de la localidad costera francesa de Le Cap d'Adge, muy cerca de Montpellier-, han permitido a la Comisaría General de Información aclarar un misterio: qué actividades mantenía ETA en España cuando se produjo el 11-M.

Ambos habían entrado en España a finales de febrero del año pasado con dos informes "muy elaborados" sobre varios objetivos a abatir en el País Vasco. Las fuentes consultadas aseguran que tenían órdenes para matar a un ertzaina y a un funcionario de prisiones, que disponían de un listado de vehículos camuflados del Cuerpo Nacional de Policía y que tenían planes ya terminados para atentar contra dos vehículos patrulla de la Guardia Civil (algunas fuentes indican que uno es de Oñati, Guipúzcoa).

Los dos terroristas habían sido adiestrados por Txeroki en un piso cercano a la frontera, en el que en diciembre de 2003 recibieron cursos sobre el manejo de armas y explosivos e incluso llegaron a hacer prácticas de tiro. Con ese material y ese entrenamiento entraron a Euskadi a finales de febrero de 2004 para atentar en marzo y Semana Santa.

Sin embargo, antes de que comenzaran su campaña criminal, un comando de islamistas cometió los cuatro atentados de Madrid del 11-M, que causaron 191 muertos y más de 1.500 heridos. Según las fuentes consultadas, a raíz de la situación creada por esa matanza, los dos terroristas recibieron una llamada telefónica de Txeroki, que les ordenó suspender la campaña y replegarse inmediatamente a Francia. Así lo hicieron unos días después.

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Los dos terroristas cruzaron sin problemas la frontera y, ya en el otro lado, fueron recogidos por el jefe de los comandos de ETA, quien los condujo en coche hasta el piso de Le Cap d'Adge. En esa vivienda, ya en marzo de este año, fue detenida Maite Aranalde, junto a su primo Aymar Altuna Ijurco y un tercer etarra, Iñaki Arietaleaniz Tellería, relacionado con del llamado impuesto revolucionario. La joven estaba huida en Francia desde octubre de 2002, una vez que fue apresado un comando al que ella prestaba colaboración desde otra célula de apoyo llamada Rasta.

Los primos fueron detenidos en dicho piso cuando ya habían constituido otro comando. Para ello, tenían ya en su poder una pistola, productos químicos para la fabricación de artefactos explosivos y placas de matrículas y carnés falsos de la Guardia Civil y de la policía autónoma vasca.

Olabarrieta fue detenido el 25 de marzo último junto a dos etarras más que trataban de rehabilitar el complejo Donosti. Ya habían logrado perpetrar varios pequeños atentados sin víctimas en Madrid (el 3 de diciembre), y tenían escondido en un pequeño pueblo de Burgos un alijo de productos químicos para la fabricación de artefactos explosivos.

Además, ETA tenía planeado perpetrar un atentado en Madrid en el pasado mes de junio con cuatro coches bomba en distintos puntos de la ciudad, pero abandonó la idea como consecuencia de "la gran conmoción" provocada por los ataques del 11 de marzo. Esos planes fueron revelados por el camionero Pedro Antonio Alcantarilla, detenido en Burgos durante el pasado octubre y que fue una pieza clave en la operación que permitió la captura del jefe histórico de la organización terrorista, Mikel Albizu, Antza, y su compañera y también dirigente de la banda, Soledad Iparragirre, Anboto.

Iker Olabarrieta y Igor González detenidos el 25 de marzo como supuestos miembros del comando Donosti.
Aymar Altuna Ijurko y Maite Aranalde, arrestados el 19 de marzo.
Carmelo Laucirica, detenidos el 25 de marzo como supuesto miembro del comando Donosti

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