Crónica:

Lo Pelat se queda sin recompensa

La Real Sociedad empata en Montjuïc en un partido presidido por la conexión De la Peña-Tamudo

No hay manera de alterar el guión de los partidos entre el Espanyol y la Real Sociedad en Montjuïc, que desde siempre, y van siete años, acaban en empate o victoria forastera. Ni la conexión Lo Pelat-Tamudo, sublimes en los dos goles blanquiazules, le alcanzó al equipo catalán, otra vez sorprendido por el inevitable tanto de Kovacevic y un rebote afortunado de De Paula. Aunque ha igualado el récord de diez partidos invicto en casa, el resultado chafó la excitación del Espanyol, que lleva días entre Pinto y Valdemoro, dando vueltas a su objetivo en la Liga, que no se sabe muy bien si es...

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No hay manera de alterar el guión de los partidos entre el Espanyol y la Real Sociedad en Montjuïc, que desde siempre, y van siete años, acaban en empate o victoria forastera. Ni la conexión Lo Pelat-Tamudo, sublimes en los dos goles blanquiazules, le alcanzó al equipo catalán, otra vez sorprendido por el inevitable tanto de Kovacevic y un rebote afortunado de De Paula. Aunque ha igualado el récord de diez partidos invicto en casa, el resultado chafó la excitación del Espanyol, que lleva días entre Pinto y Valdemoro, dando vueltas a su objetivo en la Liga, que no se sabe muy bien si está en la Champions, en la Copa de la UEFA o en una cosa menor.

Víctima de su indefinición, al Espanyol le costó encontrarle el punto al partido, seguramente porque se empeñó en resolverlo por una única vía, la más espectacular y celebrada, y también la más previsible, que pasa por que De la Peña habilite a Tamudo para que resuelva a gusto del contrario: o concede el remate al ariete o hace penalti. La Real optó por derribar al delantero centro, infalible en la suerte máxima del fútbol. La conexión entre Zipi-Zape, los dos jugadores más desequilibrantes del Espanyol, quebró a la Real, que parecía muy a gusto en la cancha, sobre todo en la primera media hora.

ESPANYOL 2 - REAL SOCIEDAD 2

Espanyol: Kameni; Ibarra (Dani, m. 81), Lopo, Soldevilla, David García; Ito, Jarque; Maxi, De la Peña (Óscar Serrano, m. 76), Amavisca (Fredson, m. 69); y Tamudo.

Real Sociedad: Riesgo; Zubiaurre, Labaka, Brechet, Garrido; Mikel Alonso; Xabi Prieto (De Paula, m. 70), Karpin, Uranga, Aramburu (Gabilondo, m.86); y Kovacevic (Mladenovic, m. 90).

Goles: 0-1. M. 23. Kovacevic cabecea una falta botada desde la derecha por Karpin. 1-1. M. 37. De la Peña habilita a Tamudo, derribado por Riesgo. El penalti lo tranforma el propio Tamudo. 2-1. M. 56. De la Peña profundiza para Tamudo, que es agarrado por Zubiaurre. El penalti lo transforma él mismo. 2-2. M. 77. De Paula remata desde fuera del área y la pelota da en Soldevilla y sorprende a Kameni.

Árbitro: Daudén Ibáñez. Mostró la tarjeta amarilla de amonestación a Riesgo, Amavisca, Soldevilla y Zubiaurre.

Montjuïc: 18.000 espectadores.

Jugaba tan acelerado el Espanyol que se quedaba a mitad de camino en cada jugada. Atacaba mal y se defendía peor porque los dos centrales se aflojaban frente a Kovacevic y Kameni no daba pie con bola en la defensa de las jugadas aéreas. La zaga blanquiazul se comió un fuera de banda que Uranga no supo acompañar en la boca de gol, Kovacevic remató poco después a la red y entre uno y otro no metieron el segundo por un dedo. Quizá porque Amorrortu dispuso hasta de ocho canteranos, la Real se había hecho fuerte en la divisoria. Quería el técnico que el equipo no se partiera, que jugara tan apretado como acompañado, que se creciera con el partido y no se venciera en cualquier jugada, juvenil como era el equipo.

Al Espanyol le afectaba para bien y para mal el protagonismo de De la Peña, muy revolucionado en su reaparición. Lo Pelat quería abarcar demasiado campo y el equipo se desacompasaba porque los medios perdían el sitio. Por momentos, pareció incluso que el Espanyol no se acostumbraba a la presencia de De la Peña y la ausencia de Dani. El enganche blanquiazul iba y venía sin parar, decidido a resolver por su cuenta ante un adversario muy agrupado, dominador de la divisoria, mejor en el control de juego. El paisaje que agradece precisamente el fútbol profundo de Lo Pelat, que no paró hasta que encontró por dos veces consecutivas a Tamudo. Una jugada tan difícil como resolutiva. No es fácil que salga y, sin embargo, cuando se presenta es gol o gol. A la que Lo Pelat le guiña el ojo, Tamudo se perfila majestuosamente y encara al portero para abatirle irremediablemente.

La importancia de Lo Pelat fue tan capital que la Real empató en el momento en que la figura del Espanyol era sustituida. Un remate afortunado de De Paula, al que Amorrortu recurrió desesperadamente, le dio un punto que por esfuerzo mereció. Los donostiarras se mostraron como un equipo muy laborioso y de un juego más continuo que el Espanyol, sobresaliente en lo bueno y lo malo.

El plantel de Lotina no filtró bien el juego en la divisoria y anduvo muy escaso de juego por las bandas, seguramente porque la presencia de De la Peña ejerce un monopolio del fútbol, cosa que en cualquier caso agradece Tamudo, nuevamente redimido en su papel de goleador. Las concesiones defensivas fueron igualmente sorprendentes. La zaga ha concedido seis goles en los dos últimos encuentros, cifra desacostumbrada para un equipo que se cierra bien y que seguramente echa de menos a Pochettino, que ayer calentó banquillo. Lotina deberá reajustar las piezas en el tramo final de campeonato. Al Espanyol del desequilibrante De la Peña le falta equilibrio como equipo.

Maxi se va de Brechet en una jugada del partidoVICENS JIMÉNEZ

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