Los redactores de Telemadrid piden perdón a las víctimas del 11-M

Los consejeros del PSOE e IU solicitan la dimisión de los directivos

La asamblea de redacción de Telemadrid rechazó y se desvinculó ayer del reportaje Cuatro días que cambiaron España, emitido el pasado lunes, por considerar que fue "un atentado contra los principios de objetividad, imparcialidad y veracidad". Los trabajadores pidieron perdón a las víctimas del 11-M, a sus familiares y a la ciudadanía por el "indigno tratamiento" de que fueron objeto, "a sabiendas de que quien debería hacerlo, no lo hará".

Bajo el título No en nuestro nombre, los trabajadores del ente autonómico denunciaron la utilización de un medio público "para fines par...

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La asamblea de redacción de Telemadrid rechazó y se desvinculó ayer del reportaje Cuatro días que cambiaron España, emitido el pasado lunes, por considerar que fue "un atentado contra los principios de objetividad, imparcialidad y veracidad". Los trabajadores pidieron perdón a las víctimas del 11-M, a sus familiares y a la ciudadanía por el "indigno tratamiento" de que fueron objeto, "a sabiendas de que quien debería hacerlo, no lo hará".

Bajo el título No en nuestro nombre, los trabajadores del ente autonómico denunciaron la utilización de un medio público "para fines partidistas". Atribuyeron toda la responsabilidad al director de Informativos, Agustín de Grado, y al subdirector y autor del reportaje, José Antonio Ovies. El reportaje narraba los sucesos ocurridos entre el 11 y el 14 de marzo de 2004, utilizando como hilo conductor informaciones aisladas de la SER para criticar el trabajo informativo de esa cadena y justificar, de paso, las actuaciones del Gobierno.

Además de rechazar el reportaje, los profesionales de Telemadrid se desvincularon de su contenido y denunciaron que es sólo la punta del iceberg de la "sistemática manipulación informativa" que ejerce la actual dirección, encabezada por Manuel Soriano, quien asumió el cargo en diciembre de 2003 tras ejercer durante varios años como jefe de prensa de la presidenta regional, Esperanza Aguirre.

Como protesta, la asamblea acordó iniciar medidas en defensa del derecho a "una información veraz" en el ente público. También reclamó el amparo de las asociaciones profesionales de la prensa y acordó movilizaciones, la primera de las cuales será no firmar ninguna información "mientras persista esta situación".

Respeto "escrupuloso"

Telemadrid aseguró a través de un comunicado que respetó "escrupulosamente" los hechos, los recogió "sin tergiversaciones" y "en ningún momento cuestionó la labor informativa" de la SER, ya que, según la emisora pública, se limitó a reproducir sus informaciones sin que el narrador aportara "opinión al respecto". El reportaje concluía con una serie de imágenes sobre las que aparecía sobreimpresionado el símbolo de ETA.

La cadena resaltó la trayectoria profesional de Ovies y los premios que ha obtenido. Comisiones Obreras recordó "los antecedentes profesionales" y la actuación de Ovies en su etapa de director del centro territorial de TVE en Asturias con motivo de la huelga general del 20 junio de 2002. Fuentes sindicales precisaron que en aquella jornada de paro Ovies intentó emitir un vídeo con imágenes grabadas el día anterior para intentar demostrar el fracaso de la huelga.

Durante la reunión del Consejo de Administración de Telemadrid, los representantes de la oposición (PSOE e IU) pidieron la destitución del jefe de informativos y del autor del reportaje. Los socialistas quisieron conocer la procedencia de los cortes radiofónicos de la SER utilizados en el programa. "Tenemos sospechas fundadas de que fueron adquiridos a través de la sede central del PP en la calle Génova", dijeron. Su portavoz, Rafael García Rico, exigió que Soriano "explique si comparte la autoría intelectual del programa" y que se pronuncie sobre "la gravedad de los hechos, ya que el programa ha reabierto un debate que ya estaba cerrado y sólo ha provocado heridas".

Izquierda Unida calificó de "intolerable" el contenido de Cuatro días que cambiaron España, sostuvo que es "una versión partidista y manipulada de la realidad" y criticó la "falta de rigor injustificable" en la elaboración del documental.

Los miembros del Consejo de Administración acordaron celebrar una reunión extraordinaria sobre el polémico reportaje, que fue defendido por Soriano como un trabajo "muy profesional".

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