Sal, si quieres
El día 23-F nevó en Madrid. Por la mañana, el alcalde debió descorrer sus cortinas y pensar: "¿Y si organizamos también las Olimpiadas de Invierno? A lo mejor, si no echamos sal suficiente por las calles, ni en las bocas de metro, ni siquiera en las puertas de los hospitales, la gente no sale de casa por no romperse la crisma y la nieve se mantiene intacta hasta la próxima visita del COI".
Pero la gente, insolidaria, salió de sus casas jugándose el tipo por unas calles a dieta de sal, y consiguió llegar (tarde) a sus respectivos trabajos. Es que así no hay manera de organizar nada. Eso ...
El día 23-F nevó en Madrid. Por la mañana, el alcalde debió descorrer sus cortinas y pensar: "¿Y si organizamos también las Olimpiadas de Invierno? A lo mejor, si no echamos sal suficiente por las calles, ni en las bocas de metro, ni siquiera en las puertas de los hospitales, la gente no sale de casa por no romperse la crisma y la nieve se mantiene intacta hasta la próxima visita del COI".
Pero la gente, insolidaria, salió de sus casas jugándose el tipo por unas calles a dieta de sal, y consiguió llegar (tarde) a sus respectivos trabajos. Es que así no hay manera de organizar nada. Eso sí, la postal, irrepetible. ¡De Madrid, al suelo.