Militancia política clandestina

Los familiares de Francisca salieron de la cárcel tras cumplir diez años de condena. Ella pudo seguir con su vida, se casó y tuvo descendencia. En el salón de su casa de La Herrería hay un retrato en color en el que aparece una joven. Es Margarita, hija de Francisca: "Ella murió".

Las lágrimas vuelven a aparecer en los ojos de Francisca cuando cuenta que su hija militaba en la clandestinidad durante los últimos años de la dictadura franquista. "Lo llevaba en la sangre", dice. Pero la tragedia volvió a cruzarse en la vida de Francisca. Margarita estaba reunida en el hospital provincial d...

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Los familiares de Francisca salieron de la cárcel tras cumplir diez años de condena. Ella pudo seguir con su vida, se casó y tuvo descendencia. En el salón de su casa de La Herrería hay un retrato en color en el que aparece una joven. Es Margarita, hija de Francisca: "Ella murió".

Las lágrimas vuelven a aparecer en los ojos de Francisca cuando cuenta que su hija militaba en la clandestinidad durante los últimos años de la dictadura franquista. "Lo llevaba en la sangre", dice. Pero la tragedia volvió a cruzarse en la vida de Francisca. Margarita estaba reunida en el hospital provincial de Córdoba, donde estudiaba y trabajaba como enfermera, con compañeros antifranquistas. De repente, alguien gritó que los grises habían entrado en el edificio. Margarita intentó salir por una ventana, pero resbaló y se golpeó fatalmente la cabeza.

"Yo siempre le decía, cállate y no te metas en líos que te van a echar del hospital". Cuando Margarita murió, Francisca se dio cuenta de todas "las inquietudes" que tenía su hija y decidió entrar también en la clandestinidad política. Incrementó su participación en las reuniones del PSOE, organizaba encuentros en su casa... "Yo también tenía ganas de hablar", dice con una sonrisa Francisca, quien apunta que toda su familia ha sido siempre de izquierdas.

La anciana recuerda los últimos días de vida de Franco. Recuerda como los médicos le dijeron a su hermano Manuel, quien estaba muy enfermo desde que volvió a la cárcel también por motivos políticos, que aguantase porque Franco se iba a morir. "Le dijeron 'Manolito no puedes ni beber ni fumar, pero el día que muera puedes tomarte una copita de champán". Y aquel 20 de noviembre de 1975 Francisca, su hermano y los amigos de su hija fallecida brindaron. "¿Y quién no lo hizo? La democracia la trajimos entre todos".

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