Crónica:FÚTBOL | Ida de los octavos de final de la Liga de Campeones

El Chelsea se queja ante la UEFA

Mourinho no comparece ante la prensa alegando un incidente en el descanso que el Barça niega

Esperaban los periodistas en la sala de prensa la comparecencia de José Mourinho tras el partido. Sin embargo, apareció el director de comunicación del Chelsea anunciando que el entrenador y los jugadores del club inglés no iban a atenderles. Explicó sus razones: "Se ha producido un incidente en el descanso del que presentaremos denuncia ante la UEFA". Y se fue.

"No ha pasado nada. Estoy sorprendido y tengo la misma curiosidad que todos por saber qué va a denunciar el Chelsea ", dijo Frank Rijkaard, quien añadió: "Se ha hablado mucho antes del partido y no creo que sea bueno seguir habl...

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Esperaban los periodistas en la sala de prensa la comparecencia de José Mourinho tras el partido. Sin embargo, apareció el director de comunicación del Chelsea anunciando que el entrenador y los jugadores del club inglés no iban a atenderles. Explicó sus razones: "Se ha producido un incidente en el descanso del que presentaremos denuncia ante la UEFA". Y se fue.

"No ha pasado nada. Estoy sorprendido y tengo la misma curiosidad que todos por saber qué va a denunciar el Chelsea ", dijo Frank Rijkaard, quien añadió: "Se ha hablado mucho antes del partido y no creo que sea bueno seguir hablando de nada que no sea sobre lo que ha pasado en el campo".

Mientras el técnico azulgrana cumplía el trámite impuesto por la UEFA y comparecía ante los periodistas, en los pasillos de la zona de vestuarios del Camp Nou, se disparaban los rumores y se empezaban a barajar diferentes versiones de lo sucedido en el descanso, una por bando.

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Según fuentes del conjunto inglés, la queja formal que presentarán hoy ante la UEFA estará basada en una acusación concreta: El árbitro, el sueco Anders Frisk, subió las escaleras que unen el campo siendo presionado por Frank Rijkard por el camino y acabó entrando en el vestuario del Barça.

"He hablado con él, de manera muy educada, sobre alguna jugada del primer tiempo durante algunos segundos", reconoció el entrenador del Barcelona, que aseguró no haber visto ni hecho "nada" que justificara el enfado de Mourinho. Dijo que estaba muy tranquilo antes de ser preguntado por un periodista inglés si se habían producido insultos e incluso agresiones en el túnel de vestuarios: "Todo es muy exagerado, ¡no ha pasado nada!", se exclamó.

Fuentes del Barça dieron otra versión del incidente. De vuelta al camerino en el descanso del partido, primero Rijkaard y después Ten Cate, el segundo entrenador del Barça, se acercaron al colegiado "con toda normalidad". Uno de los ayudantes de Mourinho -algunos testigos apuntan al entrenador de porteros, Silvinho Louro- apartó bruscamente al ayudante de Rijkaard.

Entonces, Carlos Naval, delegado del equipo azulgrana, se interpuso entre ambos y estiró los brazos para separarles, momento en que recibió un manotazo de Louro en el brazo izquierdo. La escena, al parecer, estuvo repleta de insultos.

Cate, visiblemente enfadado, no quiso hacer declaraciones, pero se mostró cansado de las maneras de Mourinho, y considera una muestra más del talante del técnico portugués el aviso por parte del Chelsea de que presentará una queja formal ante la UEFA. "No ha sucedido nada en absoluto", se le oyó decir.

La postura del entrenador del conjunto londinense, al negarse a comparecer ante los medios de comunicación después del partido, es motivo de sanción económica por parte de la UEFA y, según explicó ayer un portavoz del organismo europeo, no hay razón para que no se aplique la ley. De lo que puede sucederle al Barça por la queja formal que presente el Chelsea todo dependerá del contenido de la misma; tiene un plazo de 48 horas para ejecutarla.

El nerviosismo de José Mourinho anoche, tras la disputa del partido, quedó patente con un detalle muy significativo. Xavi, jugador del Barcelona que ha reconocido el ascendiente del entrenador cuando subió al primer equipo y él era ayudante de Van Gaal, se acercó al vestuario del Chelsea para saludarle. Mourinho no le hizo ni caso, lo ninguneó de manera absoluta.

Rijkaard, el cuarto árbitro y, tras él, Mourinho en la banda del Camp Nou durante el partido.VICENS GIMÉNEZ