El Protocolo de Kioto
El crecimiento económico que consiguió el PP en sus dos legislaturas tuvo un precio: un incremento en las emisiones de CO2 muy por encima de las previsiones del Protocolo de Kioto, ratificado por nuestro país. Aznar no cumplió. ¿Podrá cumplir Zapatero? A tenor de las declaraciones de la ministra de Medio Ambiente, parece sensibilizado por el tema, pero no lo tendrá fácil. Las medidas propuestas por Cristina Narbona son la sustitución de los combustibles fósiles y un cambio en los hábitos de la ciudadanía. La sustitución de los combustibles fósiles, a corto plazo, es algo utópico si se quiere c...
El crecimiento económico que consiguió el PP en sus dos legislaturas tuvo un precio: un incremento en las emisiones de CO2 muy por encima de las previsiones del Protocolo de Kioto, ratificado por nuestro país. Aznar no cumplió. ¿Podrá cumplir Zapatero? A tenor de las declaraciones de la ministra de Medio Ambiente, parece sensibilizado por el tema, pero no lo tendrá fácil. Las medidas propuestas por Cristina Narbona son la sustitución de los combustibles fósiles y un cambio en los hábitos de la ciudadanía. La sustitución de los combustibles fósiles, a corto plazo, es algo utópico si se quiere continuar produciendo la cantidad de energía que el creciente consumo demanda. Y después de haber denostado a la energía nuclear como lo han hecho las fuerzas políticas de izquierda en un pasado reciente, tampoco parece que por ahí vaya a venir la solución. Y cambiar los hábitos de la ciudadanía todavía resultará más difícil. Vivimos demasiado bien y eso exige consumo energético y emisiones de dióxido de carbono. ¿Quién es el que estará dispuesto a apretarse el cinturón y consumir menos?
Una solución a la que han recurrido algunas naciones ricas es la de comprar cuota de emisión de CO2 a países pobres del Tercer Mundo. ¿Será capaz de recurrir a
esta medida el presidente Zapatero después de haber promovido junto con Lula una alianza contra la pobreza? Sería un sarcasmo. Y supondría una nueva forma de colonialismo y una falta de solidaridad con esos países, al limitar sus posibilidades de desarrollo y condicionar su futuro.