Reportaje:

Los maquinistas de CAF

Los trabajadores, con un 21,06%, son ya el mayor accionista del grupo

Construcciones y Auxiliar del Ferrocarril (CAF) ha empezado el año mirando a otros mercados, el peso de su cartera exterior es ya del 56%, y apostando su futuro al mantenimiento de trenes, donde tiene contratos firmados por más de 400 millones. La empresa vasca, que cerró 2004 con un beneficio bruto de 17,4 millones, tiene en sus trabajadores el accionista de referencia. Desde la pasada semana son también, agrupados en Cartera Social, el primer accionista con un 21,06% de su capital.

Renfe ha sido y es su primer cliente, pero la posibilidad de crecer está fuera de España. Sus actividade...

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Construcciones y Auxiliar del Ferrocarril (CAF) ha empezado el año mirando a otros mercados, el peso de su cartera exterior es ya del 56%, y apostando su futuro al mantenimiento de trenes, donde tiene contratos firmados por más de 400 millones. La empresa vasca, que cerró 2004 con un beneficio bruto de 17,4 millones, tiene en sus trabajadores el accionista de referencia. Desde la pasada semana son también, agrupados en Cartera Social, el primer accionista con un 21,06% de su capital.

Sus actividades exteriores están centradas en los países donde tiene filiales: Brasil, Estados Unidos, Reino Unido, México, Argentina e Italia
Los trabajadores que lo deseen, tras un plan aprobado en 2004 por la empresa, pueden comprar acciones por 30 euros, acciones que cotizan a 77

Renfe ha sido y es su primer cliente, pero la posibilidad de crecer está fuera de España. Sus actividades están centradas en los países donde tiene filiales (Brasil, EE UU, Reino Unido, México, Argentina e Italia). En estos centros persigue aumentar la cartera de pedidos, que a fines de 2004 tenía un valor de 2.445,2 millones de euros (1.433 corresponden a 2004), y lograr contratos de mantenimiento. El valor de la cartera de pedidos marca el récord de la empresa y supone un incremento respecto al cierre de 2003 de un 53,8%.

Estados Unidos se ha convertido en una de las claves del negocio de CAF, que es ya uno de los principales fabricantes de trenes del mundo, gracias a su planta de ensamblaje final de Elmira, en el Estado de Nueva York, donde se van a rehabilitar 38 unidades antiguas de Pittsburgh, que darán trabajo este ejercicio y el próximo. Además, cuentan con pedidos para el metro de Washington y trenes articulados ligeros para Sacramento y Pittsburgh. En México se ha empezado ya a entregar un pedido de 17 trenes de nueve coches para el metro de la capital. El ensamblaje de las unidades fabricadas en Irán (Guipúzcoa) se realizará en la planta que CAF tiene allí. En el continente americano tienen puesto también un pie en Argentina, donde se van a ocupar del mantenimiento de 290 coches antiguos fabricados en Japón, y otro en Brasil, donde realizarán el mantenimiento de 78 unidades.

Su filial CAF UK controla el mercado británico, donde se empezará a realizar en diciembre el mantenimiento de las unidades vendidas. Hoy cuenta con un pedido de 23 unidades diésel para Belfast y con un acuerdo para remodelar 67 trenes en Irlanda. Además, les han ampliado en nueve unidades un contrato de 20 ya entregadas. Cuentan también con pedidos de Italia (39 trenes para el metro de Roma) y Bélgica, que en conjunto suponen 140 millones de euros.

Pero la apuesta exterior no puede dejar atrás aún el peso del mercado doméstico. Renfe le ha hecho un pedido por valor de 400 millones de euros en trenes de alta velocidad y cambio de vía automático y en marcha. Pero además cuenta con pedidos de trenes diésel, lanzaderas, cercanías y un acuerdo de mantenimiento. En esta área, CAF trabaja también con el metro de Barcelona, el tranvía de Bilbao y el metro de Sevilla. Además, hay acuerdos de suministro de trenes para los metros de Madrid (500 millones de euros), Sevilla y Barcelona, y para trenes de Mallorca y Cataluña.

En este proyecto en expansión constante han tenido mucho que ver los trabajadores. Su participación en el capital la han canalizado a través de Cartera Social, que agrupa al 90% de la plantilla. Su adquisición de acciones responde al plan puesto en marcha en 1994 para convertirlos en dueños de la empresa. La operación se realizó, tras ser aprobada por el consejo, con una aportación de la empresa de 5,5 millones con cargo a los beneficios de los próximos siete años. Así, los trabajadores que lo deseen pueden comprar acciones por 30 euros, cuando su cotización ronda los 77. Los trabajadores pueden ir pagando su participación en siete años con un descuento en la nómina.

Metro de Bilbao es uno de los grandes clientes domésticos del fabricante vasco de ferrocarriles.

Un tren estrella

En CAF se sienten orgullosos de su último producto, la "estrella", el tren de alta velocidad y rodadura desplazable, que permite cambiar de ancho de vía a 40 kilómetros por hora. Renfe ha hecho un pedido por 400 millones y cuenta ya con tres unidades en sus vías en proceso de homologación. Probablemente entrarán en servicio el próximo verano 12 trenes de la serie. El pedido se completará con otros 45.

El orgullo del fabricante vasco reside en que se trata de una patente propia. "El esfuerzo en innovación para lograr productos propios en toda la gama es muy fuerte", señalan desde la dirección. CAF cuenta con un departamento de ingeniería con 300 personas y colabora con programas de centros tecnológicos y universidades. Además, ha creado una red de filiales tecnológicas, como Trentik, Lander o Géminis.

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