Reportaje:

Cámaras y 'tecno' en hindi

Una productora india trae a la Costa del Sol Tollywood, el segundo mayor centro de producción de películas del mundo

Situar un mundo ideal, en el que triunfa el amor, en un lugar exótico. Ese lugar es Málaga y sus habitantes hablan y cantan hindi al oir "¡acción!". "Cuando un indio entra al cine sólo quiere abandonar su cuerpo y soñar", explica el director de cine indio B.R. Shivraj.

A través de Internet y enviando fotos digitales de la costa, el productor Bill Bristow convenció desde Periana (Málaga) a los productores de Royal Productions, de la factoría india Tollywood, de que rodaran parte de sus exteriores en la Costa del Sol. El empeño de la Málaga Film Office hizo el resto. ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Situar un mundo ideal, en el que triunfa el amor, en un lugar exótico. Ese lugar es Málaga y sus habitantes hablan y cantan hindi al oir "¡acción!". "Cuando un indio entra al cine sólo quiere abandonar su cuerpo y soñar", explica el director de cine indio B.R. Shivraj.

A través de Internet y enviando fotos digitales de la costa, el productor Bill Bristow convenció desde Periana (Málaga) a los productores de Royal Productions, de la factoría india Tollywood, de que rodaran parte de sus exteriores en la Costa del Sol. El empeño de la Málaga Film Office hizo el resto. Un equipo de 23 técnicos y actores obtuvo los visados y llegó a Andalucía el pasado miércoles, donde rueda la historia de Laila, que estudia su carrera de Geografía en Málaga y que al volver a su ciudad, Chennai, conoce a su príncipe azul, Muthu.

Más información

Shivraj rueda en Málaga parte de los decorados que ilustran su ópera prima, Cettanattu Thangam. Son sólo cinco días, en los que rodarán 15 minutos de metraje, y en los que se improvisa a menudo. Mucho más de lo que es habitual, por culpa de la infección que impidió al coreógrafo de la película abandonar India el martes.

Esta ausencia ha resultado decisiva, ya que el coreógrafo debía haber dirigido todas las escenas en los exteriores andaluces: bailes en los que la cámara sigue a ritmo veloz a los actores que suben, bajan escaleras y saltan por los céntricos jardines Pedro Alonso y el puerto deportivo de Benalmádena, mientras sonríen y cantan sin parar.

Es una historia de las más de 900 que se ruedan en India cada año y que suponen la mayor industria cinematográfica mundial, donde se ubican Bollywood (estudios en Bombay), y Tollywood (Tamil Nadu), y que están muy por encima de la producción europea y de Hollywood en cuanto a número de películas. Sencillas tramas argumentales venden 13 millones de entradas cada día y reflejan los sueños de unos espectadores que quieren huir de la miseria que les rodea.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En el rodaje bajo el castillo de Gibralfaro, el director repetía ayer la orden a su protagonista, Varshini Ashok, para que subiera a un pedestal de una fuente, desde donde bailaba sobre unos tremendos tacones temerosa de caerse al agua. Con media sonrisa seductora y bailando a ritmo de música tecno, la acompañaban dos actrices, Tania y Marcela, que interpretan a sus amigas universitarias. "Son buenos, pero me parece que improvisan demasiado", decía Tania.

La improvisación da frescura a estas películas. Srivraj confiesa las ideas que le ha sugerido la Costa del Sol en sólo dos días: "Anoche acudí a un espectáculo flamenco y decidí que volveré a rodar aquí mi próximo filme". La historia girará en torno a unos indios que descubren los parecidos de la música tradicional de Goa con el flamenco.

La tercera visita también está ya decidida y Srivaj pretende volver para rodar escenas de toreros en la Maestranza de Sevilla. Todo antes de fin de año.

Archivado En