Entrevista:ALEXANDER PAYNE | Director de 'Entre copas'

"El público ya no se fía de las cosas sencillas"

Entre copas se disfruta como el mejor de los vinos, un sabor sin resaca que te deja con ganas de más. Ése fue el deseo de su director, Alexander Payne, y el que están degustando en Hollywood con la película (que se estrena hoy en España), una de las mejor recibidas por la crítica y aspirante a cinco premios Oscar. A sus 43 años, Payne es el candidato más joven al Oscar al mejor director de los cinco nominados, un quinteto en el que tres de ellos (Martin Scorsese, Taylor Hackford y Mike Leigh) le sacan dos décadas de diferencia de edad y hasta tres el veterano Clint Eastwood. Sin embargo...

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Entre copas se disfruta como el mejor de los vinos, un sabor sin resaca que te deja con ganas de más. Ése fue el deseo de su director, Alexander Payne, y el que están degustando en Hollywood con la película (que se estrena hoy en España), una de las mejor recibidas por la crítica y aspirante a cinco premios Oscar. A sus 43 años, Payne es el candidato más joven al Oscar al mejor director de los cinco nominados, un quinteto en el que tres de ellos (Martin Scorsese, Taylor Hackford y Mike Leigh) le sacan dos décadas de diferencia de edad y hasta tres el veterano Clint Eastwood. Sin embargo, es el único al que consideran un autor como esos que tanto gustaban en la década de los setenta, incluido el propio Scorsese.

"Ahora es más difícil hacer películas baratas y humanas que espectáculos gigantescos"
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Con un intenso aroma de documentalista y un bouquet sarcástico en su humor, Payne ha reivindicado en las pantallas de su filmografía a los seres humanos, miserias incluidas, ya sea en Citizen Ruth, Election, About Schmidt y, ahora, Entre copas. Todo ello en un envasado sin lujos pero con un intenso sabor español, país al que el director ama, en el que tiene amigos y cuyo idioma conoce. Un sabor como el de ese Ribera del Duero que tanto le gusta.

Alexander Payne comenta: "En Europa me dicen mucho eso de que mis películas parecen europeas y hasta cierto punto me lo tomo como un cumplido porque sé lo que significa, pero siempre respondo que soy un americano que hace películas americanas. Lo que ocurre es que el cine americano ya no hace películas americanas, sino bromas de mal gusto que sólo quieren dejar a la gente contenta para que se siga gastando el dinero en las salas".

Pregunta. ¿Qué es lo que ha pasado en Hollywood?

Respuesta. Eso lo dejo para los intelectuales. Lo que sé es que algo cambió en la década de los ochenta porque ahora todos los años hay una o dos películas buenas pero nunca como antes, como cuando yo tenía 15 años y veía lo que en Europa llamaban "el nuevo Hollywood". Películas de Hal Ashby, Coppola, Scorsese, Pakula, Altman. ¡Hasta Spielberg hacía buenas películas en los setenta! Fue un tiempo maravilloso para el cine con humanidad, el que a mí me interesa.

P. El que se ha convertido en el más difícil de encontrar.

R. Solía ser al contrario, pero ahora es más difícil hacer este tipo de películas baratas y humanas que esos gigantescos espectáculos llenos de efectos especiales. El público ya no se fía de las cosas sencillas, algo que pasa en todos los ámbitos, no sólo en el cine.

P. ¿Cree que mejorarán las cosas?

R. Soy un optimista, no quiero ser negativo porque lo he sido mucho tiempo y además creo que hay razones para el optimismo. Soy un tipo práctico y sé que hay oportunidades. Es un tiempo de "destape", de "apertura", y juego con estas palabras porque sé lo que significan en España. Tras un periodo de presión viene la apertura.

P. En su caso, la apertura ya ha llegado ahora que las estrellas tipo George Clooney o Brad Pitt llaman a su puerta para trabajar en sus filmes.

R. ¡Tengo un ego gigantesco! (grita en castellano con un guiño). Entre copas ha sido un milagro que nunca hubiera podido hacer de no ser por mis anteriores películas. Finalmente, puedo trabajar como quiero y escoger el mejor actor para el papel. Famoso o no. Laura Dern fue perfecta (para Citizen Ruth), Reese Witherspoon fue perfecta (Election), Jack Nicholson fue perfecto (About Schmidt), lo mismo que Paul Giamatti es perfecto (Entre copas). La única diferencia es que Giamatti no es tan conocido. Por ahora. Y eso significó un presupuesto más reducido, pero estoy acostumbrado. Yo lo prefiero porque así no se ponen nerviosos.

P. Aunque los nervios los habrán cambiado por halagos ante los cinco oscars a los que aspira Entre copas.

R. Sí, pero yo me siento como uno de esos perros ovejeros que utilizan los pastores vascos. Ellos no quieren palmaditas cuando acaban. Están con la lengua fuera en busca de otra oveja. Yo soy así. Doy gracias por las alabanzas y entiendo su aspecto positivo, sé que son mi seguro, mi valor de cambio para poder seguir haciendo películas. Pero acaba siendo como cuando comes mucho helado, genial al principio pero... estoy deseando que se acabe.

P. Otro de los actores que le menciona como ejemplo de director con el que le gustaría trabajar es Javier Bardem.

R. Y te puedo contar como anécdota que cuando vi Mar adentro me faltó tiempo para abrir el ordenador para escribir un correo a mi amigo Fernando (León de Aranoa) para que le dijera a Javier el pedazo de actor que me había parecido y justo tenía un emilio de Fernando diciéndome que Javier acababa de ver Entre copas y lo mucho que le había gustado.

P. ¿De dónde nace su amistad con León de Aranoa?

R. Él escribió un guión para mí en 1999 sobre el músico mexicano Juan García Esquivel. El proyecto dejó de interesarme pero nuestra amistad continúa.

P. ¿Y su amor por España? ¿Su castellano?

R. Me gradué en Castellano y en Historia Latinoamericana en la Universidad de Stanford. Después me pasé un año estudiando en Salamanca y otro en Medellín (Colombia). Durante todo ese tiempo estaba empapado de todo lo que era español. ¡Llevo a España en mi corazón! (vuelve a exclamar en castellano con una sonrisa).

P. ¿Alguna vez se ha planteado hacer cine en España?

R. A eso voy. Me encantaría. Soy un enamorado del cine español de los cincuenta. Berlanga, Bardem... Grandes comedias como El cochecito, El verdugo, Bienvenido Mr. Marshall... Es un estilo que adoro. Comedias sinceras, incluso si son cínicas o satíricas, pero con sentimiento. Y por supuesto está Buñuel, el más mordaz en ese estilo. Eso sí que es una motivación para hacer cine. Pensar qué es lo que haría Buñuel si estuviera vivo, hacia dónde dirigiría sus dardos en medio de esta panda de burgueses insufribles que nos rodean. Me gustaría hacer una película en España en español, lo mismo que me encantaría hacer una película en Grecia. Pero primero quiero hacer otras dos películas en Estados Unidos.

P. Lo que Entre copas ha demostrado es que, al contrario de lo que dice Hollywood, existe un público para un cine de calidad.

R. Claro que existe un público de esas características. Yo, sin ir más lejos, soy público. Gracias a Dios me gano la vida haciendo películas, pero lo que soy es un aficionado al cine. Y hago las películas que me gustan ver a mí y a mis amigos.

Alexander Payne, durante el rodaje de Entre copas.ASSOCIATED PRESS
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