Todos los hombres no son iguales

¿Qué hacen 35 hombres encerrados en la Casa de la Mujer de Jerez? Pues, probablemente, algo inédito: discutir sobre la igualdad de sexos, y comenzar la búsqueda del espacio que el género masculino debe ocupar en la sociedad del presente y el futuro. Ya a nadie se le escapa que la cruzada iniciada en el mundo contra el machismo y el papel preponderante del hombre dará y está dando como resultado un nuevo equilibrio en las relaciones entre ambos sexos y en el protagonismo social, laboral y familiar de unos y otras.

El II Encuentro de Hombres Igualitarios de Jerez ha vuelto a poner de mani...

¿Qué hacen 35 hombres encerrados en la Casa de la Mujer de Jerez? Pues, probablemente, algo inédito: discutir sobre la igualdad de sexos, y comenzar la búsqueda del espacio que el género masculino debe ocupar en la sociedad del presente y el futuro. Ya a nadie se le escapa que la cruzada iniciada en el mundo contra el machismo y el papel preponderante del hombre dará y está dando como resultado un nuevo equilibrio en las relaciones entre ambos sexos y en el protagonismo social, laboral y familiar de unos y otras.

El II Encuentro de Hombres Igualitarios de Jerez ha vuelto a poner de manifiesto que algunos, cada vez más, están interesados en facilitar la tarea de la convivencia y la igualdad, y en dar respuesta a los roles que, hasta ahora, el hombre se había negado a adoptar. Tras hablar el pasado año de identidad, masculinidad igualitaria, de romper estereotipos y de estrategias comunes con el feminismo, esta edición, que concluyó ayer, ha tenido como leif motiv La sexualidad masculina, entre el deber y el placer. Con este trasfondo los participantes se han reivindicado en su condición y actitud sexual y han hablado de sus problemas y experiencias en este campo, pero desde la perspectiva de la igualdad con las mujeres.

Una mesa redonda celebrada el miércoles sirvió para abordar este tipo de cuestiones. José Angel Lozoya, impulsor del encuentro y coordinador del programa Hombres por la Igualdad que el Ayuntamiento de Jerez mantiene desde hace unos años lo dice claro: "Nuestra sexualidad está entre el deber y el placer porque está entre intentar pasártelo bien e intentar quedar bien, y es difícil en un examen pasárselo bien". En este foro y de una forma distendida se abordaron cuestiones como la masturbación, las relaciones de pareja o las fantasías sexuales. "Curiosamente y lejos de lo que se pueda pensar desde fuera, las referencias a las mujeres fueron escasísimas porque aquí hablamos de los problemas que tenemos los hombres a la hora de vivir nuestra sexualidad", explicó Lozoya. Los asuntos más debatidos pasaron por la obligación de llevar la iniciativa que siempre ha tenido el hombre a la hora de iniciar una relación con una persona del sexo opuesto, y la responsabilidad masculina en cuanto al éxito o al fracaso de un encuentro sexual con una mujer. Para Lozoya, "la sexualidad femenina tiene que tener libertad para expresarse y nosotros a veces la coaccionamos; lo de tener que llevar la iniciativa por una parte es una obligación pero por otra una forma de avasallar y las chicas están un poco hartas de hacerse las tontas para ligar". La principal conclusión fue que esta carga es en muchas ocasiones más frustrante que gratificante para el hombre.

Ayer los participantes trataron la violencia hacia las mujeres con el objetivo de trabajar desde dentro de la sociedad para desterrar esta grave problemática social de nuestros días. Por otra parte, el grupo analizó la publicidad en su relación con la sexualidad masculina. Las referencias constantes al pene, las imágenes y símbolos fálicos o los llamamientos a la virilidad aplastante fueron criticados por estos hombres.