Un reglamento de la UE refuerza desde hoy los derechos de los pasajeros de avión

La indemnización por sobreventa de billetes sube hasta 600 euros, el doble que hasta ahora

A partir de hoy, los pasajeros europeos víctimas de la sobreventa de billetes tienen derecho a recibir hasta 600 euros de indemnización, el doble de lo establecido hasta ahora. El reglamento de la UE que entra en vigor amplía, además, los derechos de los pasajeros obligando a las compañías a compensarles en caso de retrasos decididos por la aerolínea, anulaciones o pérdida de equipaje. La nueva normativa, que también incumbe a los vuelos chárter y a las firmas de bajo coste, afecta a cualquier vuelo con salida o destino de un aeropuerto de la UE operado por una compañía comunitaria.

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A partir de hoy, los pasajeros europeos víctimas de la sobreventa de billetes tienen derecho a recibir hasta 600 euros de indemnización, el doble de lo establecido hasta ahora. El reglamento de la UE que entra en vigor amplía, además, los derechos de los pasajeros obligando a las compañías a compensarles en caso de retrasos decididos por la aerolínea, anulaciones o pérdida de equipaje. La nueva normativa, que también incumbe a los vuelos chárter y a las firmas de bajo coste, afecta a cualquier vuelo con salida o destino de un aeropuerto de la UE operado por una compañía comunitaria.

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Las compañías aéreas están obligadas a facilitar al detalle los nuevos derechos que asisten a los pasajeros. Desde hoy, las zonas de embarque de los aeropuertos europeos deberían exhibir el siguiente cartel: "En caso de denegación de embarque, cancelación o retraso de su vuelo superior a dos horas, solicite en el mostrador de facturación o en la puerta de embarque el texto en el que figuran sus derechos, especialmente en materia de compensación y asistencia".

Esos derechos incluyen indemnizaciones que duplican a las actuales y que oscilan desde los 250 euros en vuelos de menos de 1.500 kilómetros y a los 600 euros para los de más de 3.500. Los grandes retrasos, de más de cinco horas, así como las cancelaciones de vuelos dan derecho también ahora a indemnizaciones, a billetes gratuitos para el viaje previsto, comida, bebida y, en caso necesario, alojamiento en hotel con trayectos gratuitos hacia el mismo. La pérdida, deterioro o retraso del equipaje puede originar una indemnización de hasta 1.180 euros en cualquier parte del mundo si la que opera es una compañía europea.

Es probable, sin embargo, que muchos aeropuertos no exhiban todavía esos carteles que deben instalar ya para la información de los derechos del pasajero y que las compañías se resistan a facilitar el texto del nuevo reglamento, corto y de fácil comprensión. La Comisión Europea ha constatado tales carencias y, sobre todo, la resistencia de las compañías a aplicar la normativa, razón por la cual ha editado 500.000 panfletos que se reparten desde ayer.

El sector ha recurrido el reglamento ante el Tribunal de Justicia europeo, que ha dictaminado que tal recurso no es suspensivo y que, por tanto, el reglamento debe entrar hoy en vigor como estaba previsto mientras se resuelve el fondo de la cuestión. Las compañías aducen que tras las cancelaciones y los retrasos suele haber "circunstancias excepcionales" ajenas al operador aéreo. Las firmas de bajo coste, por su parte, se quejan de falta de proporcionalidad en unas indemnizaciones que superan con creces los precios de sus billetes.

Según Eurocontrol, sin embargo, el 51% de los retrasos son achacables a las compañías; el 19%, a los aeropuertos, y sólo el 10% está causado por el tiempo. En 1999, hubo 250.000 pasajeros (1,1 por 1.000) que se vieron afectados por overbooking. "Hoy día, además, el tiempo es previsible", alega François Lamoureux, director general de Transportes, que asegura que a veces las causas de fuerza mayor son enormemente subjetivas. Respecto a la proporcionalidad de las indemnizaciones, Lamoureux alega que es el precio lógico del perjuicio causado al viajero, sea cual sea el precio que pagó por su billete.

El reglamento lleva una negociación de varios años. La ex comisaria europea Loyola de Palacio logró sacarlo adelante tras rebajar sus pretensiones de hasta quintuplicar las indemnizaciones, dadas las resistencias del sector. "Este asunto que he heredado, lo defiendo con convicción", aseguró ayer el comisario de Transportes, Jacques Barrot, "porque al tiempo que la oferta de servicios ha aumentado enormemente, también debe aumentar la calidad. Las compañías deberían convertir estos supuestos inconvenientes en ventajas al poder ofrecer mayor calidad".

Siguiendo esta misma senda, la Comisión aprobó ayer una nueva propuesta que prohíbe a las compañías discriminar a los minusválidos y les obliga a asistirles gratuitamente facilitándoles las esperas y los embarques y desembarques.

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