Los 45 kilómetros de carretera entre Tàrrega y Alfarràs serán un eje rápido sin travesías urbanas

La Generalitat convertirá las carreteras C-53 y C-26, que conectan las poblaciones de Tàrrega y Alfarràs pasando por Balaguer, en una vía de primer orden de características similares a las del Eix Transversal. El director general de Carreteras, Jordi Follia, presentó ayer el proyecto, que incluye la construcción de seis variantes, a los alcaldes de los municipios afectados. La inversión superará los 35 millones de euros.

La carretera, de 45 kilómetros, partirá de la autovía A-2 a la altura de Tàrrega y, siguiendo el trazado actual, conectará en Alfarràs con la N-230 sin pasar por el cas...

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La Generalitat convertirá las carreteras C-53 y C-26, que conectan las poblaciones de Tàrrega y Alfarràs pasando por Balaguer, en una vía de primer orden de características similares a las del Eix Transversal. El director general de Carreteras, Jordi Follia, presentó ayer el proyecto, que incluye la construcción de seis variantes, a los alcaldes de los municipios afectados. La inversión superará los 35 millones de euros.

La carretera, de 45 kilómetros, partirá de la autovía A-2 a la altura de Tàrrega y, siguiendo el trazado actual, conectará en Alfarràs con la N-230 sin pasar por el casco urbano de las localidades de Anglesola, Tornabous, El Tarròs, La Fuliola, Bellcaire d'Urgell, Balaguer, Castelló de Farfanya y Algerri.

Más de la mitad de los 25 kilómetros del primer tramo entre Tàrrega y Balaguer, con una densidad de tráfico de 8.000 vehículos diarios, serán las variantes de Anglesola, La Fuliola, Tornabous y Bellcaire d'Urgell. En la travesía urbana de la última población se han producido varios atropellos mortales en los últimos años.

En el tramo entre las ciudades de Balaguer y Alfarràs, de unos 20 kilómetros, se construirán sólo las variantes de Castelló de Farfanya y Algerri, ya que la de Alfarràs está supeditada a la futura autovía de la N-230 que ha de ejecutar el Ministerio de Fomento entre Lleida y la Val d'Aran. Follia explicó que estas variantes tendrán una anchura de 12 metros, control de accesos, enlaces a diferentes niveles y un tercer carril para vehículos lentos. La Dirección General de Carreteras tiene previsto realizar también una mejora integral en el resto del trazado.

El Gobierno catalán prevé tener aprobados a finales de este año los estudios informativos del trazado para poder redactar los proyectos constructivos y, de esta forma, iniciar la construcción en el año 2007.

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