El dopaje en el deporte se castigará con la cárcel en el nuevo plan

El Gobierno creará una Agencia Española Antidopaje y un cuerpo policial específico

Las trampas en el deporte fueron el tema "casi monográfico" del Consejo de Ministros, que ayer aprobó el proyecto del Plan Nacional Antidopaje. Un borrador con 59 medidas calificadas de "contundentes y sin retorno" desde el CSD y cuyos "pilares" son una nueva ley contra el dopaje, la modificación del Código Penal para tipificar como delito el uso -y la incitación al uso- irregular de sustancias para mejorar el rendimiento deportivo, la creación de un cuerpo policial y la constitución de una Agencia Española Antidopaje. También, más controles por sorpresa y análisis sanguíneos.

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Las trampas en el deporte fueron el tema "casi monográfico" del Consejo de Ministros, que ayer aprobó el proyecto del Plan Nacional Antidopaje. Un borrador con 59 medidas calificadas de "contundentes y sin retorno" desde el CSD y cuyos "pilares" son una nueva ley contra el dopaje, la modificación del Código Penal para tipificar como delito el uso -y la incitación al uso- irregular de sustancias para mejorar el rendimiento deportivo, la creación de un cuerpo policial y la constitución de una Agencia Española Antidopaje. También, más controles por sorpresa y análisis sanguíneos.

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El Código Penal se modificará para dar cabida como delito al uso de sustancias ilegales en el deporte: "Normas que permitan sancionar las conductas de personas del entorno del deportista que intervengan en esas prácticas inadmisibles", en palabras de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Hasta la fecha, todas las sanciones, que eran de carácter exclusivamente administrativo, recaían directamente sobre el deportista, que era quien aportaba la licencia federativa. Con la nueva ley se pretende castigar a los médicos, entrenadores u otros inductores del delito que hasta la fecha quedaban impunes. De hecho, los castigos penales no afectarán, en principio, al deportista, que sólo asumirá la sanción, según fuentes del Consejo Superior de Deportes (CSD).

En países como Italia o Francia el uso de fármacos prohibidos para mejorar el rendimiento deportivo ya supone una sanción penal, incluidas las penas de cárcel. Sin embargo, algunos miembros del Comité Olímpico Internacional ya han mostrado su recelo ante estas leyes, que castigan por medio de la justicia ordinaria al deportista -de hecho, ayer llegaron a un acuerdo con las instituciones italianas para que en los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran en Turín el año próximo no se detenga a los participantes, aunque sí pueda intervenir la policía en la villa olímpica para evitar el tráfico de sustancias-. Para velar por el cumplimiento de estas modificaciones, en el código se creará un Grupo de Intervención Policial Antidopaje, integrado en el Cuerpo Nacional de Policía, y una unidad específica para perseguir los delitos de dopaje y dependiente del Ministerio Fiscal.

El plan, calificado por el Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, como "punto de no retorno", también prevé la creación de una Agencia Antidopaje Nacional, que se financiaría con fondos públicos y estaría adscrita al CSD. La función de este nuevo organismo sería la de coordinar la acción de las distintas administraciones públicas, como las comunidades autónomas y distintos ministerios con competencias en la materia.

También se materializará uno de los aspectos en los que más se ha insistido desde la Comisión Nacional Antidopaje, como es la implantación de los análisis sanguíneos, con menos posibilidades de manipulación que los de orina, y la intensificación de los análisis por sorpresa. De hecho, fuentes de la Comisión restan valor a las pruebas realizadas en las competiciones: "Saben perfectamente cómo enmascarar y dosificar el dopaje para no dar positivo". Se intensificarán, en colaboración con los ministerios del Interior y de Sanidad, los mecanismos de investigación y persecución policial de la venta ilegal de productos no autorizados. Estas sustancias, sobre todo anabolizantes, no sólo circulan entre los deportistas de élite, sino que su uso está muy extendido entre los aficionados, que apenas tienen dificultades para adquirirlos, incluso por medio de Internet.

La demora en los trámites burocráticos sancionadores se reducirá, tratando de agilizar la resolución de los expedientes que tengan efectos sancionadores.

"El dopaje es una amenaza para el deporte, un fraude de los principios éticos", aseguró, tajante, Fernández de la Vega, que hizo hincapié en los problemas de salud que las sustancias prohibidas generan. Por ello, se prevé insistir en la prevención, incluyendo la publicación de una "guía del deportista", con información sobre el uso de medicamentos.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, tras el Consejo de Ministros de ayer.EFE