FÚTBOL | 22ª jornada de Liga

Rijkaard: "No hemos sabido cumplir"

El Barça se lamenta de su primera derrota en casa desde hace 14 meses y al ver reducida a cuatro puntos su ventaja respecto al Madrid

A coro, los jugadores y el entrenador del Barcelona salieron anoche del Camp Nou reclamando sosiego y tranquilidad, tras la primera derrota de la temporada en el estadio, prácticamente un año después de un partido de la Copa del Rey (enero de 2004) y 14 meses más tarde del triunfo del Real Madrid en la Liga (6 de diciembre de 2003). "Duele perder. Es un palo, pero no pasa nada. No es un paso atrás. El Barcelona es el líder de la Liga y no hay que ponerse nerviosos", fue el comentario en el que coincidieron la mayoría de los jugadores, conscientes de que la diferencia respecto al equipo madridi...

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A coro, los jugadores y el entrenador del Barcelona salieron anoche del Camp Nou reclamando sosiego y tranquilidad, tras la primera derrota de la temporada en el estadio, prácticamente un año después de un partido de la Copa del Rey (enero de 2004) y 14 meses más tarde del triunfo del Real Madrid en la Liga (6 de diciembre de 2003). "Duele perder. Es un palo, pero no pasa nada. No es un paso atrás. El Barcelona es el líder de la Liga y no hay que ponerse nerviosos", fue el comentario en el que coincidieron la mayoría de los jugadores, conscientes de que la diferencia respecto al equipo madridista se ha reducido a cuatro puntos.

Acorde con el sentir de los futbolistas, el entrenador azulgrana Frank Rijkaard confesó que durante las semana se imponen sesiones de psicología para remontar el vuelo. "Espero que no afecte la moral del equipo", manifestó el técnico holandés. "La constancia en el trabajo nos ayudará. Será difícil, pero la derrota hay que aceptarla con orgullo. Tenemos calidad para retornar al camino del triunfo".

"Tiré como siempre pero pegué mal al balón", reconoció Ronaldinho tras fallar el penalti
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A Rijkaard, en cualquier caso, la derrota le resultó inesperada: "No esperábamos perder", confesó. "¿Cómo hay que digerir la derrota?", se preguntó. "Aceptando la realidad y con trabajo. Porque en esta vida no se puede ganar siempre".

Para el entrenador azulgrana, el gol tempranero de Fernando Torres fue providencial para el deselnace del encuentro: "Afectó a los planes del partido". El técnico azulgrana defendió la voluntad de sus jugadores para intentar cambiar el resultado, pese a que el Barcelona actuó prácticamente siempre con la misma marcha, sin matices, con un juego muy repetitivo, falto incluso de oficio. "A mi modo de ver, hubo una buena actitud, aunque no supimos cumplir con el juego". Más que reprochar el fútbol de su equipo, Rijkaard elogió el del Atlético. "La defensa del equipo madrileño ha hecho un gran trabajo y nosotros no hemos creado ocasiones, nos ha faltado el juego directo, no hemos sabido llegar a la portería rival con la reiteración de costumbre".

Los jugadores azulgrana se marcharon del Camp Nou alicaídos, aunque dispuestos a no dejarse intimidar por la presión del Real Madrid. "Ha sido duro", replicó Puyol, el capitán. "Pero hay que continuar". "La presión la tiene el Real Madrid, que es nuestro inmediato perseguidor", terció Oleguer. Xavi admitió que el equipo quedó "tocado, pero sabemos cual es el camino y vamos a reaccionar". E intervino Ronaldinho: "Ha sido un partido para olvidar", replicó la estrella brasileña, "nos equivocamos en cosas que nos salían bien".

El Atlético ya le empató al Barcelona en el Vicente Calderón y ayer le derrotó en el estadio cuando se empezaban a contar ya los posibles récords que podía batir: Eto'o está a un tanto de su mejor registro goleador (17 dianas en el Mallorca), el meta Valdés soñaba con alcanzar la hora de partido para mejorar su mejor marca de imbatibilidad y el propio equipo pretendía superar el mejor inicio en una Liga (17 victorias, dos empates y tres derrotas en el curso 1958-1959 cuando el equipo era dirigido por Helenio Herrera).

Un césped polémico

No quisieron ponerlo de excusa, pero, por otro lado, los jugadores del Barcelona empiezan a estar cansados de que el césped del Nou Camp Nou sea un problema en vez de un aliado. Puyol, el capitán del equipo, fue tan insistente en el ruego de que las quejas sobre el terreno de juego no sonaran a vana justificación de la derrota como contundente en el mensaje: "Llevamos tiempo diciendo que el césped está fatal a quién teníamos que pedirles una solución. Sabemos que lo están mirando, pero cada dia está peor", denunció

"Esta tan mal que resulta casi imposible jugar al primer toque", desveló el portugués Deco, que analizó las consecuencias: "Si tenemos que controlar antes de dar el pase, la circulación de la pelota es más lenta y nos cuesta más encontrar espacios al atacar". Tampoco el mexicano Márquez pudo ignorar el tema: "No esta en buenas condiciones, no nos permite jugar cómodos".

"Terrible, es terrible", sentenció Ronaldinho, que anoche abandonó el vestuario sin rastro en su cara de la habitual sonrisa. se le borró la sonrisa de la cara. Tenía motivos: "Perdimos y encima fallé el penalty que pudo darnos el empate. Es normal que no esté muy contento", confesó. Hizo memoria y se acordó de que es la segunda vez que falla un penalty esta temporada: "Me equivoqué en el campo del Celtic y he vuelto a fallar. Lo lamentó, pero el fútbol tiene estas cosas. Tiré como siempre, pero pegué mal al balón", reconoció.

Si el césped resulta un problema, los fallos desde el punto de penalty han hecho saltar alarmas. Lanzados 10 en lo que va de curso, 4 se han malogrado. "Tendremos que prestarle más atención al tema", dijo Rijkaard, que instó a los especialistas a trabajar durante la semana ese lance. Lleva dos fallados el brasileño, por uno Iniesta y otro Eto'o, que falló contra la Real Sociedad el último que había lanzado el equipo.

Ayer asumió la responsabilidad Ronaldinho porque en el Barça "los tira quien tiene confianza", según recordó ayer el entrenador. "Como siempre, miré a Eto'o y nos entendimos. Creía que lo iba a marcar, pero fallé y lo siento", insistió el "Gaúcho", triste como poca veces.

Eto'o se lleva las manos a la cabeza tras fallar una jugada.VICENS GIMÉNEZ