El recorte de plantilla en Deutsche Bank desata una fuerte polémica política y sindical en Alemania

La reducción de plantilla del Deutsche Bank (más de 5.000 empleos), anunciada el mismo día en que se hizo público que los beneficios crecieron un 87% el pasado ejercicio, ha provocado indignación entre políticos de todos los colores en Alemania y protestas de los sindicatos.

El subjefe del grupo parlamentario socialdemócrata en el Bundestag, Michael Müller (SPD), calificó de "marranada" la decisión en una declaración que recoge el Berliner Zeitung en primera página. Según Müller, "es una falta de vergüenza exagerar las expectativas de ganancias a costa de los puestos de trabajo"....

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La reducción de plantilla del Deutsche Bank (más de 5.000 empleos), anunciada el mismo día en que se hizo público que los beneficios crecieron un 87% el pasado ejercicio, ha provocado indignación entre políticos de todos los colores en Alemania y protestas de los sindicatos.

El subjefe del grupo parlamentario socialdemócrata en el Bundestag, Michael Müller (SPD), calificó de "marranada" la decisión en una declaración que recoge el Berliner Zeitung en primera página. Según Müller, "es una falta de vergüenza exagerar las expectativas de ganancias a costa de los puestos de trabajo". El diputado Gerald Weiss, dirigente del sector obrero de la democracia cristiana (CDU), declaró que la decisión del Deutsche Bank es "una señal de que la ética en la economía amenaza con desaparecer". Añadió Weiss: "Orientarse sólo a los beneficios es una muestra de pensamiento a corto plazo. Hay que pensar en el ser humano y hacer una economía para el ser humano". La portavoz de asuntos financieros de Los Verdes, Christine Scheel, calificó de "inmoral", a la vista de los cinco millones de parados, mirar con anteojeras sólo hacia los beneficios. El diputado del SPD Ludwig Stiller resumió la decisión del primer banco alemán de reducir la plantilla con la frase: "Se privatizan los beneficios y se socializan los costos".

Los sindicalistas no se han quedado atrás a la hora de criticar la medida del primer banco alemán de suprimir 5.100 puestos de trabajo, casi un 10% de la plantilla. Frank Steibli, portavoz del sindicato de servicios Verdi, afirmó: "El Deutsche Bank no es una empresa en crisis como la Opel, sino sólida y con resultados de primera fila y por eso queda descartado el desmantelamiento de puestos de trabajo". Según el sindicalista, "se sacrifica a los empleados en el altar de los analistas financieros". El poderoso sindicato metalúrgico IG Metall también se pronunció sobre el tema. Según el Berliner Zeitung, IG Metall denuncia que los empresarios marchan por el carril de adelantamiento y los trabajadores acaban en el callejón sin salida del paro. Argumenta el sindicato que los beneficios empresariales crecieron el año pasado un 10%, la mayor subida desde 1990.

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