Crónica:BALONMANO | Campeonato del Mundo

Garralda lanza a España

El capitán surge en los momentos clave y encarrila el triunfo

Fue una labor de equipo, no hay duda. Pero la presencia de Garralda en los momentos clave resultó decisiva. Cuando más falta le hacía a España un jugador resolutivo y capaz de aportar tranquilidad, surgió el capitán, esa figura que tantas veces había querido decidir de forma precipitada, y fue como si recuperara su corazón. Halló su pulso, su ritmo de juego, para ganar a una Alemania que se despidió prácticamente de cualquier posibilidad de entrar en las semifinales. España se impuso por 32-28, sin agobios, y los cuatro puntos que suma le permiten mirar al futuro con optimismo. Hoy se enfrenta...

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Fue una labor de equipo, no hay duda. Pero la presencia de Garralda en los momentos clave resultó decisiva. Cuando más falta le hacía a España un jugador resolutivo y capaz de aportar tranquilidad, surgió el capitán, esa figura que tantas veces había querido decidir de forma precipitada, y fue como si recuperara su corazón. Halló su pulso, su ritmo de juego, para ganar a una Alemania que se despidió prácticamente de cualquier posibilidad de entrar en las semifinales. España se impuso por 32-28, sin agobios, y los cuatro puntos que suma le permiten mirar al futuro con optimismo. Hoy se enfrentará a Serbia y "será la guerra", según Juan Carlos Pastor, el seleccionador; "esperamos un partido muy duro, decisivo".

ESPAÑA 32- ALEMANIA 28

España: Barrufet; Rocas (5, 1 de p.), Uríos (1), Garralda (12), Lozano (5), García (5, 1 de p.) y Rodríguez (2) -equipo inicial-; Hombrados (p. s.), Garabaya, Pérez, Romero (2), Ortega y Davis.

Alemania: Bitter; Von Behren (2), Roggisch, Zeitz, Jansen (7, 5 de p.), Velyky (5) y Kehrmann (4) -equipo inicial-; Glandorf (6), Weber, Peib (2), Hegemann (2) y Grafenhorst.

Marcador cada cinco minutos: 2-3, 5-5, 6-6, 9-8, 12-10, 15-12 (descanso), 17-15, 20-18, 24-20, 25-22, 28-25 y 32-28.

Árbitros: Dolejs y Kohout (Rch). Excluyeron a Rocas, Uríos, Garralda, Romero y Ortega, así como a Von Behren, Roggisch (3), Weber, Preib y Jansen.

3.000 espectadores.

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El encuentro de ayer fue un bálsamo en muchos aspectos para el equipo español. No sólo supuso debutar en la segunda fase con una gran victoria, sino que aportó confianza y permitió que explotaran jugadores de los que Pastor esperaba más. En esta situación se encontraba Garralda, inadvertido en los precedentes, y el lateral izquierdo, Lozano.

Buen conocedor del balonmano alemán -jugó muchos años en su campeonato-, Lozano se mostró sólido en la defensa, buscando el cuerpo a cuerpo, y mantuvo un alto nivel de eficacia en el ataque con cinco goles en seis intentos. A su vez, Garralda parece haber hallado a sus 35 años una estabilidad desconocida. Ahora es capaz de cargar en su espalda el peso de todo el conjunto y de aconsejar a Rocas que se calle tras una exclusión.

"Es cierto que Garralda, a quien le dolía la rodilla, ha sido clave en los momentos más difíciles", dijo un Pastor ilusionado tras la victoria de España; "pero creo que todo el equipo ha trabajado bien. Tras algunos errores iniciales, debidos a que la motivación hace que te pases de vueltas algunas veces, el ataque ha funcionado y, sobre todo, hemos consolidado la defensa".

Éstas fueron las claves que decidieron el envite. Si tantas veces anteriormente España se había hundido al perder una ventaja sustancial y había acabado desquiciada y sin capacidad de reacción, en esta ocasión ocurrió precisamente todo lo contrario.

El equipo aguantó el tipo durante el primer tiempo cuando las cosas estaban pintando mal para irse al descanso con tres goles de renta (15-12). Llegó a tener cuatro (20-16) a los ocho minutos del segundo tiempo. Sin embargo, cuando teniendo superioridad vio cómo se le esfumaba ese margen y se igualaba a 20, el descalabro flotaba en el aire. "Pero esta vez seguimos adelante, insistiendo y remontando", afirmó Pastor; "aquello pudo haber sido un mazazo insalvable. Pero lo superamos. Y esto nos dará confianza".

Bastaron algunos aciertos de Barrufet en la portería, la recuperación de un par de balones y el tino en el ataque para que España volviera a colocarse cuatro goles arriba (24-20). Después todo le vino rodado. Alemania, sin relevos, evidenció que dista mucho de aquel potente equipo que eliminó al de César Argilés en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Sin Schwarzer, Zerbe, Fritz, Stefan ni Kretzchmar y con Hens lesionado, mantener su listón era imposible.

Los demás resultados también se aliaron con España, tanto el empate de Serbia como la derrota de Croacia.

Garralda intenta el disparo ante Uríos y el alemán Roggisch.ASSOCIATED PRESS

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