Puntualización
El pasado día 24 se publicó una necrológica firmado por Álvaro Corcuera sobre mi padre, fallecido el día 22, en el que con una serie de inexactitudes y con una visión absolutamente sesgada se hacía una descripción de su vida profesional, que podríamos calificar, siendo muy benévolos, de "incompleta".
Le adjunto copia del artículo firmado por una persona tan poco sospechosa como el doctor Laporte, ex conseller de la Generalitat y actual presidente del Institut d'Estudis Catalans, sobre lo que fue verdadera y realmente su vida profesional en los campos de la investigación y la doce...
El pasado día 24 se publicó una necrológica firmado por Álvaro Corcuera sobre mi padre, fallecido el día 22, en el que con una serie de inexactitudes y con una visión absolutamente sesgada se hacía una descripción de su vida profesional, que podríamos calificar, siendo muy benévolos, de "incompleta".
Le adjunto copia del artículo firmado por una persona tan poco sospechosa como el doctor Laporte, ex conseller de la Generalitat y actual presidente del Institut d'Estudis Catalans, sobre lo que fue verdadera y realmente su vida profesional en los campos de la investigación y la docencia creando la escuela de farmacología en la que se formaron, una docena larga de catedráticos, además de científicos e investigadores que han desarrollado su actividad en muchas de las universidades españolas. Y todo esto, como bien destaca Josep Laporte, en una época difícil.
Echo en falta más ecuanimidad al valorar el transcurso de una larguísima vida. Se contemplan sólo algunos episodios de sus pocos más de tres años como rector de la Universidad de Barcelona, y mucho habría que hablar de la feroz crítica que hace el articulista de ellos, entre 95 años de brillante y fructífera labor.