Carod considera "positivo" el diálogo con el PP sobre los cambios constitucionales

El líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, calificó ayer de "positiva" la apertura del diálogo entre el Gobierno del PSOE y el PP sobre las reformas constitucionales y mostró la decidida voluntad de su partido de apoyar al Gobierno de Zapatero en este proceso. "El PP ha entrado en la dinámica de participación en los cambios estatutarios y eso es positivo", afirmó. No obstante, Carod advirtió de que un acuerdo entre el PSOE y el PP para limitar la reforma del Estatut es "incompatible" con el Pacto del Tinell, del que depende la estabilidad del Gobierno de la Generalitat. El port...

El líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, calificó ayer de "positiva" la apertura del diálogo entre el Gobierno del PSOE y el PP sobre las reformas constitucionales y mostró la decidida voluntad de su partido de apoyar al Gobierno de Zapatero en este proceso. "El PP ha entrado en la dinámica de participación en los cambios estatutarios y eso es positivo", afirmó. No obstante, Carod advirtió de que un acuerdo entre el PSOE y el PP para limitar la reforma del Estatut es "incompatible" con el Pacto del Tinell, del que depende la estabilidad del Gobierno de la Generalitat. El portavoz del PSC, Miquel Iceta, pidió a todos los partidos un esfuerzo para lograr el consenso en la reforma del Estatut.

A través del ministro de Industria y primer secretario del PSC, José Montilla, el Gobierno dio ayer a Carod garantías de que no hay ni habrá un pacto entre el PSOE y el PP para limitar la reforma del Estatut. En un almuerzo celebrado en Barcelona por ambos dirigentes políticos, Montilla aseguró a Carod que en la entrevista entre el presidente Rodríguez Zapatero y el líder del PP, Mariano Rajoy, "no es el Gobierno el que ha cambiado de posición" y que se mantienen las alianzas parlamentarias vigentes desde la investidura del presidente.

Carod recordó a Montilla en este encuentro que "no es posible pactar simultáneamente con el PP y ERC", según informaron fuentes de los republicanos. ERC sostiene que "no se puede pactar la agenda social con ERC e Izquierda Unida, y la agenda nacional con el PP".

La dirección de ERC examinó ayer la fluida situación política española y, al término de la reunión, Carod expresó en una conferencia de prensa su confianza en que 2005 sea, como 1978, "un momento constituyente". Si el año 1978 sirvió para convertir España en un Estado democrático, dijo, el objetivo actual es "convertirla en un Estado plurinacional".

El dirigente republicano mostró también su esperanza en la posibilidad de lograr en 2005 el fin del terrorismo de ETA. "Estamos convencidos de que suceden más cosas de las que trascienden a la opinión pública", afirmó.

Esta misma opinión fue expresada por el líder de Iniciativa Verds (ICV), Joan Saura. "Algo se mueve tras la carta de ETA", dijo. Apostó por exigir a ETA que deje de matar y que la posible tregua "sea definitiva".

Pero aunque tanto Carod como Saura aplauden la entrada del PP en el proceso de reformas constitucionales y estatutarias, ambos políticos rechazan que sea al precio de reducir el alcance de los cambios. Carod recordó que el Pacto del Tinell que dio a luz al actual Gobierno de la izquierda catalana en la Generalitat excluye expresamente la participación de alguna de las tres fuerzas firmantes en un "acuerdo de gobernabilidad con el PP" en las Cortes. Y el primer interesado en hacer honor a este pacto debe ser el PSC, dijo Carod. "El diálogo está muy bien, pero el Estatut lo hacemos nosotros", afirmó.

Esquerra e ICV se hallan inmersas en la negociación con el PSOE de un acuerdo parlamentario para el ejercicio de 2005. Carod espera abordar "dentro de unas semanas" la situación política con el presidente Rodríguez Zapatero, en un contexto en el que confía en poder ratificar su condición de aliado preferente.

El diputado de ICV y portavoz de Izquierda Verde en el Congreso de los Diputados, Joan Herrera, explicó ayer en Barcelona que un pacto de estabilidad con el PSOE debe incluir un cambio en la política fiscal, el incremento de los recursos para los ayuntamientos, acuerdos en política de vivienda y medio ambiente, el voto de los emigrantes y, por supuesto, la garantía de que el Gobierno aceptará la propuesta de reforma del Estatut que surja del Parlament.