Llega a Fuerteventura una patera con una embarazada y cuatro bebés a bordo

Una patera con 38 inmigrantes subsaharianos, entre ellos cuatro bebés menores de nueve meses y nueve mujeres, una de ellas en avanzado estado de gestación, encalló en la noche del viernes en medio de un fuerte oleaje a escasos metros de la playa de Pozo Negro, una pequeña localidad del sur de Fuerteventura. Los inmigrantes, que intentaban alcanzar con gran dificultad la arena, fueron atendidos por varios vecinos hasta la llegada de los servicios de asistencia. "Les hicimos señales con una linterna y nos dijeron one baby, one baby; cuando fui a rescatarlo lo vi con los ojos blanco...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Una patera con 38 inmigrantes subsaharianos, entre ellos cuatro bebés menores de nueve meses y nueve mujeres, una de ellas en avanzado estado de gestación, encalló en la noche del viernes en medio de un fuerte oleaje a escasos metros de la playa de Pozo Negro, una pequeña localidad del sur de Fuerteventura. Los inmigrantes, que intentaban alcanzar con gran dificultad la arena, fueron atendidos por varios vecinos hasta la llegada de los servicios de asistencia. "Les hicimos señales con una linterna y nos dijeron one baby, one baby; cuando fui a rescatarlo lo vi con los ojos blancos, me lo traje a casa, le cambié la ropa, lo envolví en una toalla y lo abracé con fuerza", relataba una mujer.

Mientras unos se volcaban con mantas, ropa seca y café caliente, otros avisaban a los servicios de emergencia, que desplazaron cuatro patrullas de la Guardia Civil, varias unidades de la Policía Local y un equipo del grupo de respuesta inmediata en emergencias de la Cruz Roja, completado con médicos del Servicio Canario de Salud.

Muchos de los ocupantes de la embarcación no podían moverse, tiritaban de frío, su piel estaba llena de llagas y escamas. Los médicos certificaron varios casos de hipotermia, agotamiento y deshidratación, aunque sólo trasladaron al hospital a la mujer embarazada. Los niños, uno de ellos de tan solo un mes, y sus madres ingresaron en una de las dos casas de acogida, mientras los 25 varones fueron llevados a un centro de extranjeros.

En lo que va de año, la inmigración irregular hacia las islas ya registra dos muertos y 200 detenciones, la mayoría a pie de playa, porque los radares no distinguen entre las grandes olas a las pequeñas barcas que apenas se elevan 15 centímetros de la superficie.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En