Agnosticismo
¡Qué maravilla resulta caminar por mi ciudad durante estos días! Algunas personas quieren arrinconar nuestra fe a lo más recóndito de nuestras conciencias y se desgañitan alardeando de su agnosticismo. Otros, siguiéndoles los pasos, nos presentan paneles luminosos llamándonos a unas fiestas paganas. Sin embargo, la sencillez y el sentido común de los ciudadanos nos recuerdan, con innumerables nacimientos, que la Navidad es una fiesta ligada a nuestra tradición católica.
Da gusto darse un paseo por las calles de la capital y volverse a admirar de que un Niño indefenso nos haya ganado la ...
¡Qué maravilla resulta caminar por mi ciudad durante estos días! Algunas personas quieren arrinconar nuestra fe a lo más recóndito de nuestras conciencias y se desgañitan alardeando de su agnosticismo. Otros, siguiéndoles los pasos, nos presentan paneles luminosos llamándonos a unas fiestas paganas. Sin embargo, la sencillez y el sentido común de los ciudadanos nos recuerdan, con innumerables nacimientos, que la Navidad es una fiesta ligada a nuestra tradición católica.
Da gusto darse un paseo por las calles de la capital y volverse a admirar de que un Niño indefenso nos haya ganado la felicidad, que ningún otro mortal puede darnos aunque sean grandes sus avances tecnológicos. Creen los primeros que a base de discursos y denigraciones van a cambiar el rumbo de la historia. ¡Si ellos supieran que tienen perdida la batalla.