Discapacitada
Me divierto en esta mañana de sábado que llamo pomposamente "cultural". Visito Museos en torno a la Biblioteca Nacional, en cuyas inmediaciones he aparcado el coche.
¡Oh, cielos! Si son las 13.30... Tengo que regresar y la parafernalia de introducirme en el coche lleva su tiempo. Me acerco y abro el coche. Vitoreo a los siete vientos (y más...). Una persona me ha tratado como tal. Ha ignorado mi silla de ruedas y me ha preguntado (a mí) por la localización de una calle, obligándome a retrasar la maniobra de entrada al coche cuando ya la había iniciado...
Imposible que un señor ta...
Me divierto en esta mañana de sábado que llamo pomposamente "cultural". Visito Museos en torno a la Biblioteca Nacional, en cuyas inmediaciones he aparcado el coche.
¡Oh, cielos! Si son las 13.30... Tengo que regresar y la parafernalia de introducirme en el coche lleva su tiempo. Me acerco y abro el coche. Vitoreo a los siete vientos (y más...). Una persona me ha tratado como tal. Ha ignorado mi silla de ruedas y me ha preguntado (a mí) por la localización de una calle, obligándome a retrasar la maniobra de entrada al coche cuando ya la había iniciado...
Imposible que un señor tan atento tenga algo que ver con la desaparición del bolso, el móvil y la cámara digital que han desaparecido cuando, al poco tiempo, aparco mi coche y miro el asiento trasero...
Sigo los consejos de los experimentados: doy de baja el móvil. Han transcurrido tres cuartos de hora. Denuncio en la Comisaría más próxima el "cambio de ubicación" de los objetos...
Tras el olvido llega el regreso a la realidad, es decir, la factura telefónica. Los "transportistas de los objetos" han llamado a Argentina (cuatro veces), Perú (dos) y Japón (se les cortó la comunicación por orden superior).
Acudo a las oficinas de la compañía telefónica y me sonríen (¿con ironía?). Ellos no quieren saber nada (no tienen el ansia de aprender)... He de reconocer que tengo una frustración desde niña: poder llamar en tres cuartos de hora a unos teléfonos ocultos que guardo de varios países... Me han pillado...
Resignación, amiga. En la vida hay que ser rápida, veloz... Hemos celebrado recientemente el Día de la Discapacidad. Todos somos iguales ante la ley.- Ana María Parrondo. Alcobendas.
La senadora del Partido Popular Paloma Corres aseguró que los Presupuestos del Estado nacieron "cojos" desde el punto de vista económico, porque a juicio de los populares no atienden las necesidades de los españoles, y ahora están "mancos" en el aspecto democrático, porque cuatro de los siete grupos políticos del Senado los han vetado. Esta acertada frase, demuestra una vez más la opinión del Partido Popular sobre algunos colectivos, y en este caso los discapacitados. Espero que nuestra concejal de Madrid Ana Botella no sea de la misma opinión, en fin. El Partido Popular sí tiene dos piernas y dos manos, pero creo que está descabezado... perdón se me olvidaba que tiene la cabeza en Georgetown.- Santiago Muñoz Moreno. Madrid.