La Fundación del Valencia CF abre "una nueva etapa" para recuperar sus fines originarios
La entidad, presidida por el notario Carlos Pascual, se define como un órgano independiente
El presidente del Valencia, Juan Soler, y el consejero de Relaciones Institucionales y Comunicación, Esteban González Pons, acompañaron ayer al notario Carlos Pascual de Miguel, nuevo presidente de la Fundación del Valencia CF, en la presentación de la "nueva etapa" de la entidad, y en la que pretende volver a los fines originarios con que nació en 1996. Tras una etapa de convulsión social, la Fundación desea "recuperar la independencia y aglutinar al valencianismo", e impulsará proyectos como la gestión del fútbol base, la creación de un museo y la celebración de actividades culturales.
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El presidente del Valencia, Juan Soler, y el consejero de Relaciones Institucionales y Comunicación, Esteban González Pons, acompañaron ayer al notario Carlos Pascual de Miguel, nuevo presidente de la Fundación del Valencia CF, en la presentación de la "nueva etapa" de la entidad, y en la que pretende volver a los fines originarios con que nació en 1996. Tras una etapa de convulsión social, la Fundación desea "recuperar la independencia y aglutinar al valencianismo", e impulsará proyectos como la gestión del fútbol base, la creación de un museo y la celebración de actividades culturales.
"Ocho años, vida nueva". Con este lema y bajo un logotipo de Javier Mariscal, la Fundación del Valencia CF abrió ayer simbólicamente una nueva etapa en su existencia, salpicada por la polémica y por la lucha de poder durante el mandato en el club de Francisco Roig. El nuevo presidente, el notario Carlos Pascual, desembarcado en la entidad tras la llegada a la dirección del Valencia del constructor Juan Soler, aseguró que la Fundación "retoma ahora su razón de ser", la independencia respecto a los órganos de dirección del club. "Es el resurgimiento de la Fundación. El Valencia, tras una época de convulsión social, ha recuperado la estabilidad. Queremos aglutinar a todos los sectores del valencianismo, haciéndoles partícipes de un sentimiento común, engrandecer la imagen social del club y potenciar su dimensión en todo el mundo", dijo Pascual.
La Fundación es un órgano con personalidad jurídica propia, "complementario a la directiva pero no sustitutivo". Entre sus proyectos, se encuentra la gestión de la escuela del Valencia, tanto en lo referente al fútbol base como al fútbol 7; la exposición de los trofeos del equipo en las oficinas de la Fundación, en la avenida de Suecia, en un museo provisional hasta la construcción del nuevo estadio; la celebración de conferencias, charlas, exposiciones y concursos culturales; la visita de jóvenes jugadores extranjeros al club y la entrega de material deportivo a varias asociaciones.
La entidad que preside Carlos Pascual estará formada por 14 patrones institucionales -la Generalitat, la Diputación, el Ayuntamiento, las dos Universidades, la Bolsa de Valores, Feria Valencia, la Cámara de Comercio, el IVAM, Radio Televisión Valenciana, la Agrupación de Peñas, la Asociación de ex futbolistas del Valencia, la Federación Valenciana de Fútbol y la Federación de Sociedades Musicales-, 21 patrones de libre designación, entre los que se encuentran José Carlos de Miguel, Vicente Montesinos, Antonio Puchades, Vicente Todolí, Arturo Tuzón y Manuel Valdés- y 15 patrones designados por el Valencia, que corresponden a sus consejeros.
El presupuesto de la Fundación, que se estima será de unos 1,2 millones de euros anuales, saldrá de las aportaciones económicas del Valencia, los ingresos por el fútbol base y los patrocinios. La Fundación, además, será garante de cualquier operación inmobiliaria que realice el club, como la recalificación de los terrenos de Mestalla para la construcción del nuevo campo. Carlos Pascual aseguró ayer que ha invitado al anterior presidente, Juan Martín Queralt, catedrático de Derecho Financiero, a unirse a la Fundación, pero éste desea mantenerse al margen. "Mi etapa se acabó, pero les apoyaré. Los patronos son muy celosos de su independencia y serán libres en la medida que puedan serlo", dijo ayer Martín Queralt.
Como anécdota, el farolillo de una lámpara cayó en medio del salón, produciendo un gran ruido, cuando el presidente Soler iba a comenzar su discurso.