Reportaje:FÚTBOL | Internacional

El arte de la usura

'La Juve' de Capello, líder del 'calcio' y clasificado en la 'Champions' con cinco victorias por 1-0, ha recuperado a jugadores desterrados de España como Olivera, ex del Atlético y Zalayeta, ex del Sevilla

"El 1-0 es el fútbol italiano", dice el técnico Gigi Simoni. Y añade: "Fabio Capello es nuestro entrenador más representativo". Con la llegada de Capello al Juventus, la sociedad futbolística italiana por excelencia, ha resurgido la esencia cicatera del calcio. La Juve se ha clasificado para la siguiente fase de la Liga de Campeones con cinco victorias consecutivas por 1-0 y por esa misma vía se mantiene destacado a la cabeza de la Liga. Todo eso con jugadores como los uruguayos Olivera y Zalayeta, que apenas dejaron recuerdo en España.

El Juventus de Trappatoni ganó el ...

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"El 1-0 es el fútbol italiano", dice el técnico Gigi Simoni. Y añade: "Fabio Capello es nuestro entrenador más representativo". Con la llegada de Capello al Juventus, la sociedad futbolística italiana por excelencia, ha resurgido la esencia cicatera del calcio. La Juve se ha clasificado para la siguiente fase de la Liga de Campeones con cinco victorias consecutivas por 1-0 y por esa misma vía se mantiene destacado a la cabeza de la Liga. Todo eso con jugadores como los uruguayos Olivera y Zalayeta, que apenas dejaron recuerdo en España.

El Juventus de Trappatoni ganó el scudetto de 1982 con nueve 1-0 en 30 partidos. El Milan de Capello ganó el scudetto de 1994 con otros nueve 1-0, esa vez en 34 encuentros, pero con un ratio gol-puntos aún mayor: marcó 36 (uno cada cien minutos) y encajó sólo 15. Juventus y Capello estaban condenados a unirse ante el altar de la victoria mínima, y así ha sido. El equipo de la Fiat no ha proporcionado esta temporada ni un cuarto de hora de fútbol mínimamente vistoso, pero ha elevado la usura a la categoría de arte.

El gran objetivo italiano es ganar sin arriesgar; por eso Capello es considerado el mejor

Capello suele ejercer un poder casi absoluto en los clubes que entrena. No hay presidente que se resista a sus deseos. En el Real Madrid cambió medio equipo. En el Roma consiguió que le trajeran a Emerson, Cassano, Chivu y demás. Los Agnelli fueron igualmente generosos: para hacerse cargo del Juventus quiso a Emerson, a Cannavaro y a Ibrahimovic, y los tuvo. Pero el gran dictador del calcio posee, además, un notable talento para obtener altos rendimientos de futbolistas que, bien mirados, no son gran cosa.

En el Juventus están Nedved (Balón de Oro 2003), Ibrahimovic, Buffon, Emerson y Cannavaro. Pero también Camoranesi, Blasi, Zalayeta y Olivera, tipos con un historial mediocre y un talento mediano. En Sevilla recordarán a Zalayeta como un jugador del montón. Muchos aficionados del Atlético no llegarán siquiera a recordar a Olivera, otro uruguayo que llegó por carambola y gratis, calentó ocasionalmente el banquillo del Manzanares y se fue como había venido. Con estas cañas, Capello ha tejido un equipo espeso y calculador, que se cierra atrás como una ostra. Puro calcio. Gigi Simoni, un veterano técnico italiano, asegura que el 1-0 y Capello constituyen la esencia del fútbol nacional. "Nuestro objetivo consiste en ganar sin arriesgar y damos mucha importancia a la defensa", declaró el jueves a La Repubblica, "porque lo principal es la victoria. A los entrenadores se les despide porque pierden, nunca porque el juego sea feo. Capello tiene el mejor palmarés y es el técnico más representativo".

La Vieja Señora, como es conocida la filial futbolística de la Fiat, cuenta con una larguísima tradición de efectividad, por la vía civil o la penal. Donde no llegan el carácter y el cerrojo, llegan la benevolencia de los árbitros o la ciencia farmacéutica. A mediados de los 90, cuando se hizo con una Copa de Europa y tres de sus 27 títulos de Liga, disponía de estrellas como Zidane, Deschamps, Vialli y Del Piero, pero contaba también en el vestuario con un médico que suministraba generosas dosis de EPO y otras sustancias dopantes.

Olivera vuela por encima de Giampa en un Juventus-Messina.REUTERS

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