El acusado de un asesinato en Marbella alega que sufre un montaje

El crimen se produjo en 1999, por un posible caso de drogas

Giuliano Velo y Jadrian Cruz, acusados de asesinar a un hombre y de intentar matar a otro en Marbella en 1999, negaron ayer su implicación durante el juicio que comenzó contra ellos en Málaga. Velo, que cumple condena por un caso de drogas, dijo ser víctima de un montaje por parte de una organización dedicada al narcotráfico, que le amenazó de muerte al descubrir que era confidente de la policía francesa.

El juicio que ayer comenzó en la Sección 1ª de la Audiencia Provincial de Málaga tiene todos los ingredientes de una película de intriga, aunque faltan dos esenciales: el cadáver del a...

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Giuliano Velo y Jadrian Cruz, acusados de asesinar a un hombre y de intentar matar a otro en Marbella en 1999, negaron ayer su implicación durante el juicio que comenzó contra ellos en Málaga. Velo, que cumple condena por un caso de drogas, dijo ser víctima de un montaje por parte de una organización dedicada al narcotráfico, que le amenazó de muerte al descubrir que era confidente de la policía francesa.

El juicio que ayer comenzó en la Sección 1ª de la Audiencia Provincial de Málaga tiene todos los ingredientes de una película de intriga, aunque faltan dos esenciales: el cadáver del asesinado, un marroquí que según la Guardia Civil se dedicaba al tráfico de hachís, que no ha sido hallado; y el principal testigo, protegido, también marroquí, que recibió dos disparos en la noche de los hechos, y que ayer no compareció.

Según la fiscalía, el 20 de noviembre de 1999 Cruz se citó con las dos víctimas en el aparcamiento del hospital Costa del Sol (Marbella) con el pretexto de cenar con ellos. Los trasladó a un paraje conocido como Los Molineros, donde había alquilado una casa. Una vez allí, Velo se dirigió al vehículo y realizó un primer disparo en la cara del testigo, dos en la cabeza del fallecido, y otro más en el costado del testigo, que logró huir.

Durante el juicio, Cruz aseguró que sólo conocía a Velo porque acudían al mismo gimnasio, y que la noche del crimen se encontraba en una fiesta familiar. Mientras, Velo declaró que Cruz y él mantenían una "amistad normal", y que la noche de autos estuvo en su casa con su mujer y unos amigos, y que luego salió por Puerto Banús. Ambos negaron conocer al fallecido. Según Velo, una organización dedicada al narcotráfico, en la que estaría implicado un abogado malagueño, hizo "un montaje para hacer desaparecer el cuerpo", y le amenazó de muerte a él y a su familia.

Sin embargo, según el guardia civil instructor del caso, las investigaciones han determinado que Cruz, natural de Gibraltar de 28 años, era "guardaespaldas" de Velo, italiano de 45 años. Según el agente, la noche de los hechos las víctimas quedaron con los dos imputados para cobrar el dinero de un alijo de hachís, motivo por el que éstos quisieron matarlos.

La fiscalía solicita 33 años y tres meses para Velo por los delitos de asesinato, intento de asesinato, tenencia ilícita de armas y falsificación, y 31 años y medio para Cruz por los tres primeros delitos.

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