Decomisados 1.100 kilos de cocaína en una nave de Alcalá de Henares

La Guardia Civil detiene a siete integrantes de una red de narcotráfico

Agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid se han incautado del mayor alijo de cocaína en lo que va de año en la región. Una nave industrial de un polígono de Alcalá de Henares ocultaba 1.100 kilos del estupefaciente, que fueron introducidos en la Península a través del puerto de Barcelona ocultos en maquinaria industrial. Los investigadores han detenido a siete personas (un español y seis colombianos) acusadas de integrar la banda, según informó ayer el instituto armado.

Las investigaciones comenzaron en julio de 2002, cuando agentes de aduanas detectaron que una empresa d...

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Agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid se han incautado del mayor alijo de cocaína en lo que va de año en la región. Una nave industrial de un polígono de Alcalá de Henares ocultaba 1.100 kilos del estupefaciente, que fueron introducidos en la Península a través del puerto de Barcelona ocultos en maquinaria industrial. Los investigadores han detenido a siete personas (un español y seis colombianos) acusadas de integrar la banda, según informó ayer el instituto armado.

Las investigaciones comenzaron en julio de 2002, cuando agentes de aduanas detectaron que una empresa dedicada a la importación y exportación con Suramérica presentaba irregularidades en los albaranes de entrada de la mercancía: el material declarado no coincidía con el de los contenedores. A partir de ahí, la Guardia Civil investigó al gerente de la empresa, un español, cuya identidad no ha sido facilitada.

En estos dos años, el gerente fundó siete empresas ficticias con las que importaba maquinaria y herramientas procedentes de Suramérica. La Guardia Civil sospechó porque ninguna de estas empresas tuvo actividad comercial y también, según explicó un portavoz del instituto armado, porque cerraban de la misma forma que eran fundadas: en sólo unos meses.

En abril del presente año, la Guardia Civil supo que iba a haber un importante envío en un contenedor procedente de Venezuela. Dada la gran cantidad de estupefaciente que esperaba la organización, los agentes de la Intervención Fiscal decidieron interceptarla, pese a que su intención era haber desarticulado toda la red, incluidos los distribuidores intermedios a los que iban destinados los 1.100 kilos de cocaína.

De Barcelona a Coslada

Los agentes intensificaron sus vigilancias hasta que la semana pasada éstas dieron resultados positivos. Un contenedor entró en la Zona Franca de Barcelona y desde allí fue trasladado al Puerto Seco de Coslada. Allí lo recogió un camión que había sido alquilado por el español investigado. Los agentes siguieron a este vehículo hasta Alcalá de Henares, donde localizaron la nave industrial en la que fueron depositados seis engranajes de gran tamaño.

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Dos colombianos corpulentos vigilaban cómo el resto de la organización descargaba la mercancía. La nave industrial también había sido alquilada y estaba diáfana. Cuando entraron los agentes tras detener a los supuestos integrantes de la red, empezaron a desarmar los engranajes. Necesitaron varios discos de corte de sierra radial para romperlos y hacerse con la cocaína.

Las investigaciones continúan abiertas, ya que la Guardia Civil se ha incautado de numeroso material y documentación que están siendo analizados por la Policía Judicial. Se trata de averiguar cuál era el destino del estupefaciente y la red de distribución que empleaba esta banda. Tampoco se descartan arrestos en Colombia.

Los agentes de la Intervención Fiscal se han incautado de 2.200 euros, varios teléfonos móviles y tres coches que pertenecían a la organización. La Guardia Civil cree que puede haber más involucrados en Alcalá, por lo que no se descartan más detenciones. El español carecía de antecedentes policiales.

Los laboratorios de la Guardia Civil y de la Dirección General de Farmacia están analizando ahora el grado de pureza del estupefaciente, pero en un principio se cree que es muy alta. Esto hace suponer que el precio en el mercado, tras sufrir tres o cuatro cortes o adulteraciones, habría supuesto centenares de miles de dosis en el mercado, sobre todo en navidades, cuando aumenta el consumo.

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