Legado histórico y potencial económico

El Ayuntamiento de El Puerto ha anunciado la primera fase de un programa de regeneración de las dos salinas que sobreviven en la ciudad. El concejal de Desarrollo Sostenible, el socialista Ignacio García de Quirós, asegura que en estos espacios no sólo se conserva un legado histórico valioso, sino que, además, hay un potencial económico por explotar en varios campos.

El Ayuntamiento pretende recuperar una ruta de senderos peatonales que en el pasado comunicaban las salinas con los esteros, hoy protegidos, del Parque Natural de la Bahía. Además, junto a las salinas, está prevista la inst...

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El Ayuntamiento de El Puerto ha anunciado la primera fase de un programa de regeneración de las dos salinas que sobreviven en la ciudad. El concejal de Desarrollo Sostenible, el socialista Ignacio García de Quirós, asegura que en estos espacios no sólo se conserva un legado histórico valioso, sino que, además, hay un potencial económico por explotar en varios campos.

El Ayuntamiento pretende recuperar una ruta de senderos peatonales que en el pasado comunicaban las salinas con los esteros, hoy protegidos, del Parque Natural de la Bahía. Además, junto a las salinas, está prevista la instalación de talleres en los que los visitantes puedan aprender sobre "la única piedra que se come" y su modo tradicional de extracción.

Por último el programa contiene un plan de recuperación del entorno biológico de las salinas, con una flora muy rica y lugar de estacionamiento de aves migratorias. Según García de Quirós serán incorporados al entorno observatorios que permitan el desarrollo de las actividades de ecoturismo en la zona. El concejal asegura que las explotaciones de sal son "minas de oro blanco pendientes de explotación".

La primera fase del plan tendrá un coste de unos 50.000 euros. Para su desarrollo, se ha pedido la colaboración científica de la Universidad de Cádiz y el apoyo financiero del Ministerio de Medio Ambiente. El Ayuntamiento pretende que el plan esté concluido para el verano de 2005.

Otro de los aspectos importantes del programa global para las salinas es el reconocimiento jurídico de la sal, inexistente en la actualidad, y la lucha por la definición de un marco legal que ampare a los salineros, afectados en España por la Ley de Costas, que impide que productores privados puedan adquirir en régimen de propiedad los suelos cercanos al mar.

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