Comienza el juicio contra el presunto asesino del Putxet

Un jurado popular juzgará a partir de hoy a Juan José Pérez Rangel, acusado de asesinar a dos mujeres en un aparcamiento privado del barrio barcelonés del Putxet en enero de 2003, y para quien la fiscalía pide 48 años de cárcel.

Todas las acusaciones coinciden en que el móvil de los crímenes fue económico, pues el presunto asesino, un hombre de 26 años vecino de Sant Adriá de Besós (Barcelona), llevaba un ritmo de vida superior a sus posibilidades y estaba acuciado por varias deudas con entidades bancarias y comerciales que, según el escrito del fiscal, ascendían a 10.000 euros. A las d...

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Un jurado popular juzgará a partir de hoy a Juan José Pérez Rangel, acusado de asesinar a dos mujeres en un aparcamiento privado del barrio barcelonés del Putxet en enero de 2003, y para quien la fiscalía pide 48 años de cárcel.

Todas las acusaciones coinciden en que el móvil de los crímenes fue económico, pues el presunto asesino, un hombre de 26 años vecino de Sant Adriá de Besós (Barcelona), llevaba un ritmo de vida superior a sus posibilidades y estaba acuciado por varias deudas con entidades bancarias y comerciales que, según el escrito del fiscal, ascendían a 10.000 euros. A las dos víctimas les robaron sus bolsos y sus respectivas tarjetas de crédito, con las que Pérez Rangel habría intentado obtener dinero en repetidas ocasiones, consiguiendo en una de ellas sacar 300 euros de un cajero automático.

El suceso se remonta al 11 de enero de 2003, cuando Pérez Rangel presuntamente apuñaló y golpeó con un martillo a Maria Angels Ribot, de 49 años, después de que ésta dejara su coche en su aparcamiento privado. El acusado intentó extorsionar al marido de la víctima, a quien presuntamente pidió 2.000 euros a cambio de proporcionarle información sobre el asesinato y, como no lo consiguió, continuó vigilando la zona en busca de otra víctima. Once días después del primer crimen, Pérez Rangel supuestamente asesinó a Maite de Diego, de 46 años, a quien ató con unas esposas y golpeó reiteradamente con un martillo.

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