Camps y Barberá intentan cerrar el complejo de la Ciudad de las Ciencias con otro proyecto de Calatrava

El Consell sacará a la venta los solares para que construya sobre plano el sector privado

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, presentaron ayer el diseño de la operación urbanística destinada a cerrar el complejo de la Ciudad de las Ciencias de Valencia con otro proyecto del ingeniero Santiago Calatrava. La operación se basa en la venta de los solares, previa recalificación municipal, a la iniciativa privada para que construya según el diseño de Calatrava, que incluye cuatro rascacielos.

Francisco Camps y Rita Barberá presentaron ayer en el Palau de la Generalitat la maqueta del proyecto diseñado por Santiago Calatrava p...

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El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, presentaron ayer el diseño de la operación urbanística destinada a cerrar el complejo de la Ciudad de las Ciencias de Valencia con otro proyecto del ingeniero Santiago Calatrava. La operación se basa en la venta de los solares, previa recalificación municipal, a la iniciativa privada para que construya según el diseño de Calatrava, que incluye cuatro rascacielos.

El proyecto requiere cambio de usos y alturas en el PGOU por parte de la ciudad

Francisco Camps y Rita Barberá presentaron ayer en el Palau de la Generalitat la maqueta del proyecto diseñado por Santiago Calatrava para cerrar el complejo urbanístico que empezó en 1986 con el encargo de una torre de telecomunicaciones. La propuesta coordinada por el Consell y el Ayuntamiento de Valencia pretende contentar a todos. El Gobierno valenciano espera obtener unos importantes ingresos con la venta del suelo público para enjugar parte de la inversión realizada hasta ahora en el complejo de la Ciudad de las Ciencias que llevó a pignorar las acciones al propio Banco Santander. El Ayuntamiento de Valencia busca completar su catálogo de edificios espectáculo en la ciudad con cuatro modernos rascacielos próximos al mar. El arquitecto e ingeniero Santiago Calatrava logra con su nuevo proyecto completar un diseño urbano realmente singular y obtiene, por fin, la verticalidad en un complejo urbano al que le fue negada con la paralización de la torre de comunicaciones. Una torre sustentada sobre tres torres en forma de pata en las que el Gobierno de Joan Lerma pretendía albergar oficinas y que el PP de entonces consideró que nunca serían rentables.

Tras la presentación de ayer, el proyecto -masterplan en palabras de Camps y Barberá- queda a expensas de las imprescindibles modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana y de que los promotores asuman el riesgo de rentabilizar la construcción de los diseños realizados mediante la edificación, venta y explotación de las viviendas de renta libre, oficinas, centro de negocios y hotel que han previsto las Administraciones y el propio Calatrava.

El proyecto presentado ayer públicamente consiste en trasladar toda la edificabilidad de la parcela M-1 -la que hay entre el Museu de les Ciències y L'Oceanogràfic- a la parcela M-3 -situada tras el centro de biotecnología inspirado por el profesor Santiago Grisolía-, donde se levantarán cuatro rascacielos de 280 (64 plantas), 260, 240 y 220 metros de altura sobre láminas de agua y un edificio de tamaño similar pero tumbado y en paralelo al mar. El diseño de Santiago Calatrava requiere cambios de volumetría y usos en la ordenación urbanística actual. El equipo de gobierno de Rita Barberá pretende tener los cambios legales necesarios antes de Fallas.

El trasvase de la edificabilidad de la parcela M-1 a la M-3 permitirá hacer del primer solar una gran plaza cubierta con una de las estructuras típicas de Calatrava de 6.000 metros cuadrados, que funcionará a modo de "centro de visitantes" del complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

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Francisco Camps afirmó: "La iniciativa privada ha de responder a este reto". Un reto con el que se pretende enjugar parte de la deuda generada por la inversión en el Museu de les Ciències y el Palau de les Arts, cuya inaguración se prevé para el 8 de octubre de 2005.

Rita Barberá expresó su deseo de que los rascacielos sean blancos tal y como se mostraron ayer en la maqueta. "Tenemos este espacio diseñado por Calatrava para cerrar su propio complejo [que arropará también los diseños del arquitecto Félix Candela para L'Oceanogràfic] y ser punto de referencia en la arquitectura de vanguardia".

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