Carrillo dice que el neoliberalismo negaría hoy derechos sociales de la Constitución de 1978

El antiguo dirigente comunista afirma que la asignatura pendiente es el Estado federal

El histórico dirigente comunista Santiago Carrillo (Gijón, 1915) sostuvo ayer, en el marco de los Premis Octubre, que si se tuviese que redactar hoy una nueva Constitución no sería tan "democrática", ni tendría tantos derechos sociales, como la de 1978, debido a que entonces el neoliberalismo "no se había apropiado de los partidos ni de la derecha ni de la izquierda". Carrillo abogó por reformar la actual Carta Magna para aprobar la principal asignatura pendiente: la estructura territorial del Estado, que debería evolucionar hacia el federalismo.

La expectación por escuchar el verbo par...

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El histórico dirigente comunista Santiago Carrillo (Gijón, 1915) sostuvo ayer, en el marco de los Premis Octubre, que si se tuviese que redactar hoy una nueva Constitución no sería tan "democrática", ni tendría tantos derechos sociales, como la de 1978, debido a que entonces el neoliberalismo "no se había apropiado de los partidos ni de la derecha ni de la izquierda". Carrillo abogó por reformar la actual Carta Magna para aprobar la principal asignatura pendiente: la estructura territorial del Estado, que debería evolucionar hacia el federalismo.

La expectación por escuchar el verbo parsimonioso de Carrillo fue tal que se hubo de trasladar la conferencia del Aula Magna al Paraninfo de la antigua Universitat de València. Y aun así, hubo bastante público que se quedó fuera. El aplauso fue unánime cuando el ex secretario general del PCE entró sonriendo al recinto, donde la líder de EU, Glòria Marcos, ofició de presentadora de uno de los protagonistas de la transición. Por esta actuación intervino en los Premis Octubre, dedicados al decisivo periodo histórico de España.

Ante los medios de comunicación, Carrillo se mostró en forma y comentó que hoy sería muy difícil que el omnipresente neoliberalismo permitiese redactar una Constitución que incluyera derechos sociales como el de la vivienda o el del trabajo digno. "La transición política salió mejor de lo que podía haber salido", porque se logró un consenso que hoy en día "sería impensable".

No obstante, se mostró partidario de revisar la Constitución de 1978. "En este texto plantamos las simientes de las autonomías, y es lógico que ahora necesitemos completarlo para que recoja la pluralidad y la realidad de España. Creo que estamos abocados a desarrollar el proyecto autonómico y llegaremos a un Estado federal", añadió. En este sentido, Carrillo ve a Zapatero "a primera vista con un espíritu abierto", como pone de relieve la reforma del código penal y el levantamiento de la amenaza de cárcel a quienes convoquen un referéndum.

Se está hablando críticamente en los Octubre de las renuncias y concesiones que la oposición hizo en la transición. Carrillo señaló al respecto que los comunistas nunca renunciaron a sus ideas ni a luchar por ellas, sino que abonaron el terreno para la democracia. "Hicimos muchas renuncias pero nada comparado con las que hicieron los que tenían el poder en aquel tiempo. No teníamos más que cárcel, tortura, exilio", agregó el político que se encontró ayer en Valencia con viejos camaradas comunistas como el catalán Antoni Gutiérrez o el mallorquín Miquel Rosselló, que participaron en los Octubre, al igual que el historiador y ex rector Pedro Ruiz. Éste realizó un análisis de cómo se recuerdan las cosas a posteriori, de la memoria de la transición, y de cómo se construye un discurso oficial, que viene a decir que no había otro camino posible para llegar a la democracia, aunque no está "tan claro" que fuera así.

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