FÚTBOL | Análisis del líder

El grato recuerdo en el Zaragoza

Rijkaard triunfó en el Milan ganando dos Copas de Europa y regresa el miércoles a San Siro como el hombre que ha logrado manejar en silencio la maquina azulgrana. Pero no sólo le recuerdan en el Milan y en el Ajax, su club de origen. Rijkaard también dejó huella en el Zaragoza, dónde fue cedido la segunda vuelta del curso 87-88, procedente del Sporting de Lisboa. "Le recuerdo muy bien", dice Manuel Villanova, el entonces entrenador y ahora miembro de la secretaría técnica del Zaragoza. "Era un jugador técnico, con dominio grande del balón, que combinaba y le gustaba sacar la pelota jugada....

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Rijkaard triunfó en el Milan ganando dos Copas de Europa y regresa el miércoles a San Siro como el hombre que ha logrado manejar en silencio la maquina azulgrana. Pero no sólo le recuerdan en el Milan y en el Ajax, su club de origen. Rijkaard también dejó huella en el Zaragoza, dónde fue cedido la segunda vuelta del curso 87-88, procedente del Sporting de Lisboa. "Le recuerdo muy bien", dice Manuel Villanova, el entonces entrenador y ahora miembro de la secretaría técnica del Zaragoza. "Era un jugador técnico, con dominio grande del balón, que combinaba y le gustaba sacar la pelota jugada. Primero actuó de centrocampista y luego de central. Pese a su fama, atesoraba una educación y una actitud muy afable y humilde. Todas las mañanas venía a saludarme: era el primero en llegar al ensayo y el último en irse. Rijkaard no hablaba español ni yo inglés y nos comunicábamos a través de Roca [ahora preparador físico en el Barça] y del masajista. Ofreció un buen rendimiento y dejó un grato recuerdo". Holanda, ese verano, ganó la Eurocopa y el Zaragoza no pudo pujar económicamente por él -Cruyff no le quiso para el Barça- y Rijkaard acabó en el Milan, que inició entonces con Sacchi una de sus mejores épocas.

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