A suaves bocanadas

Grupo barcelonés formado por la vocalista Dolo, el guitarrista y programador Caïm y el artista visual Pauet -estos dos últimos, hijos del grandísimo Pau Riba- , lo que ofrece Pastora es de los pocos productos musicales hechos en España que pueden considerarse decididamente contemporáneos, modernos, actuales.

A medio camino entre la electrónica más cool, lo elegante, y lo freak, lo razonable y cotidianamente estrafalario, con su poquito de ambiente estilo chill-out y sus ritmos suavemente bailables, el trío, acompañado de una excelente base rítmica plantea un espectá...

Grupo barcelonés formado por la vocalista Dolo, el guitarrista y programador Caïm y el artista visual Pauet -estos dos últimos, hijos del grandísimo Pau Riba- , lo que ofrece Pastora es de los pocos productos musicales hechos en España que pueden considerarse decididamente contemporáneos, modernos, actuales.

A medio camino entre la electrónica más cool, lo elegante, y lo freak, lo razonable y cotidianamente estrafalario, con su poquito de ambiente estilo chill-out y sus ritmos suavemente bailables, el trío, acompañado de una excelente base rítmica plantea un espectáculo tremendamente asimilable en el que las canciones son vehículos perfectos para la narración de breves cuentos urbanos nacidos de la observación, no exenta de cierto estupor.

En su concierto en Madrid, Pastora se metió en el bolsillo a una audiencia capitalina que, francamente, no tiene demasiadas oportunidades de disfrutar de grupos así. La solista fue introduciendo con gracejo los temas -La cultura, Mentira, Tengo-, unos más fáciles que otros aunque algunos, como Lola, suponen un acierto comercial que a la chita callando les está ayudando a bordear el disco de oro -50.000 copias vendidas, toda una hazaña en estos días-, dejando a su audiencia francamente encantada y encontrándole el gusto a la vida. Tomándola a suaves bocanadas con regusto a mar.