JORGE GARBAJOSA 'Pívot de Unicaja' | BALONCESTO Los personajes de la nueva Liga ACB

La apuesta de un campeón con acento italiano

Dos Ligas italianas, una Copa y dos subcampeonatos en la Final Four, es la renta que obtuvo a su paso por el Benetton Treviso. Pero sus reiteradas actuaciones a gran nivel no sólo le otorgaron títulos, sino que el pívot ha vuelto a la ACB con el cartel de estrella bajo el brazo. Jorge Garbajosa, nacido hace 26 años en Torrejón de Ardoz, triunfó en el Benetton y ahora quiere hacer lo propio en el Unicaja.

Fue uno de los fichajes más sonados del verano, pues tanto el Barça como el Madrid le tentaron con ofertas mayores que la del Unicaja. Sin embargo, se decantó por el club malacit...

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Dos Ligas italianas, una Copa y dos subcampeonatos en la Final Four, es la renta que obtuvo a su paso por el Benetton Treviso. Pero sus reiteradas actuaciones a gran nivel no sólo le otorgaron títulos, sino que el pívot ha vuelto a la ACB con el cartel de estrella bajo el brazo. Jorge Garbajosa, nacido hace 26 años en Torrejón de Ardoz, triunfó en el Benetton y ahora quiere hacer lo propio en el Unicaja.

Fue uno de los fichajes más sonados del verano, pues tanto el Barça como el Madrid le tentaron con ofertas mayores que la del Unicaja. Sin embargo, se decantó por el club malacitano: "Tiene un gran equipo, afición y pabellón", razonó el día de su presentación. "Aspiramos a todo pero debemos tener los pies en el suelo", agregó. Precisamente, eso es lo que espera su nuevo club, pues nunca se ha alzado con un título de Liga o de Copa y parte de sus pretensiones están depositadas en él.

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No empezó muy pronto Garbajosa a practicar el baloncesto. De pequeño, en su barrio, se pasaba todas las tardes en las trastiendas de los negocios de los padres de sus amigos jugando a las chapas. Más tarde, su primera relación con la pelota, a pesar de que él utilizase las manos, no fue el baloncesto. Jugaba de portero en el equipo de fútbol sala del club deportivo de su barrio, el Parque de Cataluña.

Pero un día, el conductor del autobús que le llevaba a los entrenamientos, viendo su estatura -2,05 metros-, le aconsejó que se pasase a la canasta. Las dudas que tenía se las aclaró el director deportivo de la sección de baloncesto del Juventud Alcalá. Allí comenzó una nueva etapa para él, en la que poco tiempo tardaría en despuntar; su muñeca y altura se complementaban a la perfección. Sus buenas aptitudes no pasaron desapercibidas para los ojeadores del Tau, donde pasó siete años, logró una Copa del Rey (1999) y coincidió con su actual técnico, Sergio Scariolo. "Me he encontrado con un jugador mayor y mucho más maduro y completo de lo que era antes. Sus características nos permitirán estar a un nivel más alto", comentó el entrenador italiano al verlo en acción.

Garbajosa, que luce casi siempre una barba de dos semanas, es, a pesar de los cambios de técnicos, un fijo en la selección española. Su característica más sorprendente es que, pese a ser un cuatro, tiene un excelente promedio desde la línea de 6,25 metros. Tildado siempre de sencillo y buena persona, Garbajosa se confiesa un admirador de la Play Station. A buen seguro que cuando juega escoge a los San Antonio Spurs para manejar a uno de sus ídolos: Tim Duncan.

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