Reportaje:

Pasión por los caballos

Una yeguada con 1.000 hectáreas impulsa la cría del pura raza español

El caballo de pura raza española siempre ha estado tan ligado al sur de España que en casi todo el mundo se le conoce como caballo andaluz. Pero, curiosamente, la mayor yeguada dedicada en exclusiva a la promoción de este animal no está situada en Andalucía, sino en medio de los campos de Castilla. Y sorprendentemente el creador de esta yeguada es el fundador de TelePizza, Leopoldo Fernández Pujals.

El empresario hispano-cubano es conocido por la venta en 1999 de su negocio de pizzas, que le reportó la suma de 360 millones de euros. La operación fue considerada uno de los mejores negoci...

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El caballo de pura raza española siempre ha estado tan ligado al sur de España que en casi todo el mundo se le conoce como caballo andaluz. Pero, curiosamente, la mayor yeguada dedicada en exclusiva a la promoción de este animal no está situada en Andalucía, sino en medio de los campos de Castilla. Y sorprendentemente el creador de esta yeguada es el fundador de TelePizza, Leopoldo Fernández Pujals.

El empresario hispano-cubano es conocido por la venta en 1999 de su negocio de pizzas, que le reportó la suma de 360 millones de euros. La operación fue considerada uno de los mejores negocios de la década. Hoy día, Fernández Pujals se ha fijado otra meta: revitalizar la industria del caballo mediante la promoción del pura raza español. Para ello ha creado una enorme yeguada de 1.000 hectáreas donde cría y entrena a cerca de 900 caballos de esa raza.

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¿Cómo se pasa de las pizzas a los equinos? El secreto está en el queso. "Mi proveedor de mozzarella me llevó a ver un caballo español", recuerda el empresario. "Luego, en 1995, me ayudó a comprar tres yegüitas. Y, tras la venta de TelePizza, pensé, ¿por qué no montar un negocio con un producto auténticamente español?"

Dicho y hecho. En 1998 compró la finca Santa Ana, en la provincia de Segovia, y dos años más tarde adquirió otra propiedad cercana, San Pedro de las Dueñas. El resultado fue un terreno de 1.000 hectáreas cercadas con 65 kilómetros de vallado de pino.

La Yeguada Centurión es atípica en muchos aspectos. Se han cuidado mucho los detalles. Los edificios están nuevos, las vallas recién pintadas y los establos se mantienen meticulosamente limpios. "Es que me gusta verlo todo bien cuando vengo", explica Fernández Pujals. "Tengo a 13 personas empleadas exclusivamente en mantenimiento y estética". El mismo afán se aplica al cuidado de los animales. Cada caballo tiene un microchip insertado en el cuello para controlar su alimentación y evitar los cólicos. Tres veces al día, las yeguas se acercan a un moderno edificio donde un sistema informatizado les proporciona la cantidad idónea de comida según sus características. Las yeguas preñadas reciben una atención ginecológica exquisita, con tres ecografías durante el embarazo para asegurarse de que el potro se desarrolla con normalidad.

Todo es poco cuando el objetivo es obtener futuros campeones olímpicos. Además de vender caballos españoles, la Yeguada Centurión entrena a algunos ejemplares en doma clásica con vistas a las competiciones internacionales. De momento, el mejor candidato es Rondeño IX, un campeón nacional de la raza que ya está entrenando en Barcelona. "Un caballo como éste puede costar entre medio millón y un millón de euros", explica Fernández Pujals. "Nos gustaría que fuera elegido para formar parte del equipo olímpico".

A la espera de que pueda llegar ese día, la yeguada ha iniciado un programa de divulgación al público con un espectáculo llamado "Nuestro maravilloso caballo español". Todos los domingos, los visitantes pueden ver a 30 caballos en acción. El espectáculo utiliza tecnología digital, con presentaciones multimedia en pantallas gigantes que explican el origen, la cría y el desarrollo del caballo español, mientras jinetes vestidos con trajes del siglo XVI hacen demostraciones de pasos de doma clásica.

Fernández Pujals ha cumplido un sueño infantil: "Yo de niño quería trabajar con el ganado en la finca de mi familia, y también quería estudiar para ingeniero agrónomo. Esto es una forma de satisfacer un tema de mi infancia."

Un caballo de pura raza española es adiestrado en la finca segovianaYEGUADA CENTURIÓN

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