La prórroga reafirma al Ciudad Real
Hubo que resolver el título en la prórroga, y en el tramo decisivo el Ciudad Real se adjudicó la Supercopa. Ganó al Barcelona por 32-29, tras un partido siempre ajustado, tanto que el tiempo reglamentario concluyó con empate a 25. Era el preámbulo de la Liga Asobal que se iniciará el próximo fin de semana y resultó un aperitivo aleccionador del que pueden sacarse algunas conclusiones. La primera: los manchegos tienen un equipo de ensueño, tan lleno de estrellas que resulta incluso complicado combinarlas. La segunda: el Barça de Espar ha fichado bien, pero le falta un central.
El Barcelo...
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Hubo que resolver el título en la prórroga, y en el tramo decisivo el Ciudad Real se adjudicó la Supercopa. Ganó al Barcelona por 32-29, tras un partido siempre ajustado, tanto que el tiempo reglamentario concluyó con empate a 25. Era el preámbulo de la Liga Asobal que se iniciará el próximo fin de semana y resultó un aperitivo aleccionador del que pueden sacarse algunas conclusiones. La primera: los manchegos tienen un equipo de ensueño, tan lleno de estrellas que resulta incluso complicado combinarlas. La segunda: el Barça de Espar ha fichado bien, pero le falta un central.
El Barcelona afrontaba una situación realmente complicada a diez minutos para el final, cuando el Ciudad Real ganaba por tres goles (22-19). Entonces el partido parecía decidido, pero Espar planteó una defensa en 4-2 muy agresiva, que permitió al Barça robar varios balones y forzar la prórroga.
CIUDAD REAL 32 - BARCELONA 29
Ciudad Real: Sterbik; Dzomba (2), Stefansson (4, 1p), Prieto (0), Jacobsen (2), Entrerrios (3), Kallman (6) -siete inicial-; Hombrados, Trives (3), Pajovic (1), M. Ortega (3),
Dinart (0), Urios (7) y Zaky (1, 1p).
Barcelona: Barrufet; Tomás (3, 2p), Nagy (4), Xepkin (0), Fernández (5), Jeppesen (5), Zvizej (7) -siete inicial-; Peric, Skrbic (2), F.Hernández (1), O'Callaghan (0), Iker Romero (2) y Salva Puig (0).
Pese a la lesión del Dzomba y la ausencia desde el inicio -también por problemas físicos- de Duishebáev, el Ciudad Real se impuso, sencillamente, porque dispone de mayores recursos que su rival.