La moda portuguesa desembarca en España con etiqueta propia

S altando sobre el extendido tópico de que Portugal y España viven amablemente de espaldas, un grupo de diseñadores y productores de moda portugueses ha tomado la iniciativa de la implantación en su único vecino. En Ifema, una pasarela en toda regla dentro de la Semama Internacional de la Moda de Madrid, ha acercado esa moda, que para algunos tiene aquí su otro "sitio natural", por aquello del "conjunto ibérico" y de la inevitable vecindad.

Algunos nombres ya son conocidos dentro del mundo profesional de la moda española, y otros despegan por primera vez hacia aquí: Katty Xiomara, con s...

S altando sobre el extendido tópico de que Portugal y España viven amablemente de espaldas, un grupo de diseñadores y productores de moda portugueses ha tomado la iniciativa de la implantación en su único vecino. En Ifema, una pasarela en toda regla dentro de la Semama Internacional de la Moda de Madrid, ha acercado esa moda, que para algunos tiene aquí su otro "sitio natural", por aquello del "conjunto ibérico" y de la inevitable vecindad.

Algunos nombres ya son conocidos dentro del mundo profesional de la moda española, y otros despegan por primera vez hacia aquí: Katty Xiomara, con su firma Xiomar y unas líneas del deportivo al baño renovadoras y coloristas, que ella misma posiciona también en el sello Kispo; Lamia (que está diseñado por Paulo Cravo) y Peter Murray (ideado en su concepto y dibujo por Paulo Pinto), con colecciones para hombre y mujer, todos han dejado ver cómo se concilian trazos de vanguardia con las urgencias de un mercado cada vez más competitivo. También es el caso de Manuela Bastos, Christina Felix, Carlo Viscontti y el tándem Diniz & Cruz, con muy buenas señas en esta pasarela.

Mucho color, influencias orientales, el blanco como catalizadora presencia casi fija y las mil posibilidades del algodón, son algunas de las directrices que se han visto en los desfiles, donde destacó también Jotex, que lidera Joaquim Tavares y diseña Luiz Buchinho, con el uso masivo del verde y otras gamas marinas. La idea de hacer desfiles mixtos hombre-mujer es otra de las características de los creadores lusos, que ven claro el desarrollo del sector masculino frente a un estancamiento del femenino.

Los modistas portugueses han sido los primeros en seguir la senda de los italianos, creando una etiqueta de referencia, especie de sello de garantía bajo el lema PortugalTrade, que se inspira directamente en la ya famosa Ittierre que en Norteamérica o Asia buscan en el interior de las prendas los fashion victim como prueba de que compran algo italiano de verdad. Esto es presumir, pero se les ha visto optimistas, creyendo en lo que hacen y ofrecen.

Portugal, a la chita callando y con su silencioso prestigio en la confección, en 2003 produjo 3.000 millones de prendas de vestir, que obviamente, han ido a parar a todo el orbe con sellos italianos, franceses, españoles o belgas. Ahora estos diseñadores portugueses exploran, con nombre propio y a partir de España, el mercado europeo. La ausencia más notoria ha sido la de Nuno Gama (que desfiló en Gaudí en ediciones pasadas), estrella de la pasarela Moda Lisboa y con muchos seguidores locales.