El juez deja en libertad al imán de Torrent y prorroga la detención del sirio Sabagh

Los dos sospechosos se relacionaron con Laamari, el supuesto séptimo suicida de Leganés

El juez instructor del 11-M, Juan del Olmo, dejó ayer en libertad sin fianza al imán de Torrent (Valencia), Abdelkrim Beghdali y prorrogó la detención del ciudadano sirio Safwan Sabagh, de 41 años, por un periodo de 72 horas, para dar tiempo a realizar una serie de comprobaciones sobre la procedencia de unos números telefónicos. El imán de Torrent declaró que el hecho de que sus huellas estuviesen impresas en un libro de rezos aparecido entre los escombros del piso de Leganés se debe a que él envió dicho libro al argelino Allekena Laamari, el supuesto séptimo suicida.

Beghadali y Sabagh...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El juez instructor del 11-M, Juan del Olmo, dejó ayer en libertad sin fianza al imán de Torrent (Valencia), Abdelkrim Beghdali y prorrogó la detención del ciudadano sirio Safwan Sabagh, de 41 años, por un periodo de 72 horas, para dar tiempo a realizar una serie de comprobaciones sobre la procedencia de unos números telefónicos. El imán de Torrent declaró que el hecho de que sus huellas estuviesen impresas en un libro de rezos aparecido entre los escombros del piso de Leganés se debe a que él envió dicho libro al argelino Allekena Laamari, el supuesto séptimo suicida.

Beghadali y Sabagh, detenidos el pasado viernes en Valencia, comparecieron ayer ante el juez del Olmo para explicar porqué había huellas de ambos en un libro de rezos coránicos que apareció entre los escombros del piso de Leganés donde se suicidaron siete de los presuntos autores de los atentados del 11-M. A media tarde de ayer, el imán de Torrent (Valencia) Abdelkrim Beghadali, quedó en libertad, aunque tendrá que fijar un domicilio y un teléfono para poder estar localizable permanentemente.

Detenido el pasado viernes en las proximidades de su domicilio, en Tavernes de la Valldigna (Valencia), Abdelkrim Beghadali, argelino que lleva 15 años afincado en España, explicó al juez Del Olmo que él envió el libro de rezos al argelino Allekhea Laamari cuando éste se encontraba en prisión en 1997, por orden del juez Baltasar Garzón, bajo la acusación de pertenecer al grupo terrorista islámico GIA.

El imán de Torrent explicó que al tratarse de un libro de rezos que en las mezquitas circulan de mano en mano es posible que en él quedasen impresas huellas de varias personas. Un año antes de su contacto con Laamari, en 1997, el propio Beghadali había sido detenido en relación con su posible vinculación a una célula integrista de la comunidad valenciana.

En cuanto al hecho de que la Policía encontrase 15.000 euros (unos dos millones y medio de pesetas) en efectivo en el registro practicado en su domicilio, Beghadali explicó que entre sus actividades figura al de contratista de la construcción y había sacado dos días antes ese dinero para pagar a sus operarios. El juez instructor decidió, sin embargo, retener esa cantidad hasta que el detenido pueda probar fehacientemente esa afirmación.

En cuanto al sirio Safwan Sabagh, el juez del Olmo no le envió a prisión pero acordó prorrogar su detención durante tres días, hasta que realicen algunas comprobaciones de su testimonio instadas por la fiscal adscrita al caso, Olga Sánchez.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sabagh llegó a la Audiencia Nacional a bordo de un vehículo policial camuflado y trató de eludir las cámaras de televisión agachándose en el asiento. Su declaración ante el juez se prolongó casi tres horas, durante las que fue interrogado sobre la aparición de dos números de teléfono suyos en el Skoda Fabia recuperado por la Policía el pasado 15 de junio en Alcalá de Henares y que fue utilizado por los terroristas. La Policía comprobó que uno de los números, correspondiente a un teléfono móvil, era el de uso habitual de Sabagh, en tanto el otro era de un teléfono fijo de un asador de pollos de su propiedad.

Una agenda en el Skoda

El sirio confesó ante el juez que él había facilitado esos teléfonos al argelino Allekena Laamari, por lo que, según dio a entender, es posible que éste los llevara en una agenda que apareció en el Skoda. En este vehículo la Policía encontró restos genéticos del séptimo suicida de Leganés, perfil que se sospecha puede corresponder al de este argelino. El propio Sabagh expresó al juez su convicción personal de que Laamari es el séptimo suicida del piso de Leganés.

Aunque los indicios siguen apuntalando esa posibilidad, no podrá establecerse indubitadamente la identidad del séptimo suicida de Leganés mientras la justicia argelina no responda a la petición de auxilio judicial española sobre el perfil genético del sospechoso. Las petición fue cursada a primeros de agosto por la juez del caso Leganés, Teresa Palacios.

Abdelkrim Beghdali y Safwan Sabagh.

Archivado En