Reportaje:CULTURA Y ESPECTÁCULOS

El Prado revisa por primera vez el retrato español

El museo abre la temporada con 84 cuadros de un género olvidado que une en la misma tradición a pintores como El Greco, Goya, Velázquez y Picasso.

El Museo del Prado prepara la exposición de la próxima temporada. No formará tantas colas como las de Vermeer, Tiziano y Manet, que el año pasado rompieron el techo de asistencia al superar los dos millones de visitantes, pero Javier Portús, conservador del área de pintura española hasta 1700, cree que tiene un gran atractivo al ver reunidas obras maestras de Velázquez, Goya y Picasso, algunas de ellas nunca vistas en España. Portús, de 43 años, es el comisario de la muestra El retrato español. Del Greco a Picasso, con 84 pinturas que revisan por primera vez un género olvidado que será ...

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El Museo del Prado prepara la exposición de la próxima temporada. No formará tantas colas como las de Vermeer, Tiziano y Manet, que el año pasado rompieron el techo de asistencia al superar los dos millones de visitantes, pero Javier Portús, conservador del área de pintura española hasta 1700, cree que tiene un gran atractivo al ver reunidas obras maestras de Velázquez, Goya y Picasso, algunas de ellas nunca vistas en España. Portús, de 43 años, es el comisario de la muestra El retrato español. Del Greco a Picasso, con 84 pinturas que revisan por primera vez un género olvidado que será estudiado desde finales del siglo XV a los comienzos del XX. La galería central y la sala XII presentarán el montaje, patrocinado por BBVA, entre el 19 de octubre y el 5 de febrero, con venta anticipada de entradas a partir del 1 de octubre (www.museoprado.es).

'Las Meninas' se colocarán frente a 'La familia de Carlos IV'. Otras obras de Velázquez y Goya no se han visto nunca en España
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Javier Portús trabaja en este proyecto como comisario desde hace dos años y la intención de la dirección del museo era que abriera las nuevas salas de exposiciones temporales del edificio del claustro de la iglesia de los Jerónimos, pero la ampliación se ha retrasado hasta la próxima primavera. El director, Miguel Zugaza, y Portús consideran que tiene más sentido la instalación en el edificio Villanueva, el lugar donde las obras expuestas y de las salas cercanas entran en diálogo directo Las meninas con los retratos ecuestres de Velázquez, Rubens, Moro, Tiziano y La familia de Carlos IV de Goya.

"Los artistas extranjeros son fundamentales para entender el retrato en España", declara Portús. "Es una exposición ambiciosa porque hasta ahora no se había hecho una revisión del género desde un punto de vista global. Por primera vez se va a reflexionar sobre el retrato en la historia de la pintura española, y el Prado es la institución más adecuada para hacerlo, al tener una colección real llena de retratos de reyes y sus familias. Desde un punto de vista teórico, el retrato era un género secundario frente a la importancia de la pintura de historia, religiosa y mitológica, o de historias nacionales".

La exposición intentará también resolver la ambigüedad del concepto del término artístico retrato y establecer sus límites. "Hay obras que podemos considerar retratos, aunque no exista parecido con el modelo original, como ocurre en la Edad Media. La mayoría de las obras expuestas serán retratos con nombre y apellidos, basados en un modelo vivo o que el autor persigue en esa figura una idea de representar con una voluntad retratística. Los retratos reflejan las personas, con la descripción de una persona viva. Hay otras obras que no son retratos pero que en su descripción se ha buscado una representación verídica, como los filósofos de Ribera, con una cualidad retratística acusada".

Afirma que el retrato es "un demarcador social", al revelar datos de carácter social o profesional, información sobre los personajes y su psicología, el poder, el rango, relaciones con los demás o elementos de su entorno dentro de un grupo determinado".

Las meninas vuelven a la sala XII como la pieza clave en la que Velázquez "reflexiona sobre los límites del género del retrato". "Era consciente de pintar una obra maestra y una reflexión de carácter histórico y artístico, para acercarse a la pintura de historia. Tenía conciencia de ser un retratista cortesano y desarrolló un cierto orgullo profesional como pintor de retratos. Defendió la nobleza de la pintura y del retrato". A su lado se colocará La familia de Carlos IV de Goya.

El montaje seguirá un orden cronológico, según adelanta Javier Portús, desde el lado norte de la galería central, para establecer miradas y diálogos entre los artistas. Arranca con los antecedentes en el siglo XV con Juan de Flandes y el retrato cortesano, para situar después El Greco y Velázquez y sus contemporáneos y pasar a Goya y sus contemporáneos, con obras de Sánchez Coello, Ribera, Zurbarán, Murillo, Carreño, Valdés Leal. El recorrido sigue con el siglo XIX y los comienzos de las vanguardias históricas, con la figura de Picasso -nombrado director honorario del Prado por la República- junto con Joan Miró y Juan Gris, cerca de Paret, Madrazo, Casas, Zuloaga, Nonell y Solana. En esta antología, unas 40 obras pertenecen al Prado, cerca de 20 a colecciones particulares y unas 30 del extranjero, con préstamos de El Greco, Zurbarán, Velázquez, Murillo, Meléndez, Goya. Dos cuadros de Velázquez (La infanta Margarita en traje azul y Retrato de niña) y uno de Goya (La duquesa de Alba con mantilla) nunca se han visto en España.

El cuadro Retrato de niña, de Diego Velázquez (The Hispanic Society of America, de Nueva York).
Cuadros de Pablo Picasso (Gertrude Stein), a la izquierda, y de Juan Gris (Retrato de Picasso).
Duquesa de Alba con mantilla, de Goya.

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