Tropas de EE UU cercan el gran santuario chií de Nayaf

Los 'marines' buscan al líder radical Múqtada al Sáder

Dos mil marines de EE UU apoyados por 1.800 miembros de la Guardia Nacional Iraquí irrumpieron ayer en el centro de la ciudad santa de Nayaf, 170 kilómetros al sur de Bagdad, y pusieron cerco a la mezquita y el mausoleo del imán Alí. Apoyadas por carros de combate y helicópteros artillados, las tropas intentan sofocar la rebelión de los 2.000 milicianos chiíes que se habían hecho fuertes en el santuario, supuestamente al mando de su líder, Múqtada al Sáder.

Al filo de las siete de la mañana de ayer, dos horas menos en la España peninsular, las fuerzas norteamericanas penetraron e...

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Dos mil marines de EE UU apoyados por 1.800 miembros de la Guardia Nacional Iraquí irrumpieron ayer en el centro de la ciudad santa de Nayaf, 170 kilómetros al sur de Bagdad, y pusieron cerco a la mezquita y el mausoleo del imán Alí. Apoyadas por carros de combate y helicópteros artillados, las tropas intentan sofocar la rebelión de los 2.000 milicianos chiíes que se habían hecho fuertes en el santuario, supuestamente al mando de su líder, Múqtada al Sáder.

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Al filo de las siete de la mañana de ayer, dos horas menos en la España peninsular, las fuerzas norteamericanas penetraron en Nayaf (500.000 habitantes), en busca de Al Sáder y sus partidarios. La casa del clérigo chií fue ocupada por los marines. Los combates tuvieron como escenario el centro histórico y el inmenso cementerio del Valle de la Paz, que cuenta con más de dos millones de tumbas. El recinto del santuario del imán Alí, donde acabaron refugiándose los milicianos radicales, no se vio afectado por los enfrentamientos. Todos los accesos a Nayaf se encontraban sellados anoche mientras los helicópteros Apache seguían bombardeando posiciones rebeldes en el cementerio.

El Gobierno provisional iraquí lanzó ayer un ultimátum al Ejército del Mahdi para que depusiesen las armas. La decisión del primer ministro Ayad Alaui de autorizar el asalto final contra los milicianos en Nayaf, ha abierto profundas grietas en la nueva Administración del país apenas seis semanas después del traspaso de soberanía por parte de EE UU. Las manifestaciones de protesta se sucedieron en Bagdad y en Basora, la segunda ciudad del país y la mayor de la comunidad chií.

Los ataques contra los milicianos de Al Sáder fueron especialmente duros en Kut, a 170 kilómetros al sureste de Bagdad, donde murieron 80 personas en los bombardeos. El Gobierno iraquí contabilizó ayer 165 víctimas mortales en acciones armadas en el país.

Soldados de EE UU apuntan con sus armas a un grupo de civiles de Nayaf que huyen de sus casas para intentar ponerse a salvo de los combates.AP

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