El centro de acogida tendrá 50 plazas más en noviembre

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta siempre está lleno. Estas instalaciones, dependientes del Imserso, son las únicas de acogida de inmigrantes en una ciudad por la que pasan cada año 3.000 extranjeros en situación irregular según los datos de la Comisión Diocesana de Migraciones. Sus 450 plazas son insuficientes para atender a todo el colectivo, lo que ha llevado a la Delegación del Gobierno a instalar 50 camas más, una ampliación en la que se trabaja desde hace dos meses y que estará concluida "previsiblemente en noviembre".

El centro fue inaugurado en marzo ...

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El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta siempre está lleno. Estas instalaciones, dependientes del Imserso, son las únicas de acogida de inmigrantes en una ciudad por la que pasan cada año 3.000 extranjeros en situación irregular según los datos de la Comisión Diocesana de Migraciones. Sus 450 plazas son insuficientes para atender a todo el colectivo, lo que ha llevado a la Delegación del Gobierno a instalar 50 camas más, una ampliación en la que se trabaja desde hace dos meses y que estará concluida "previsiblemente en noviembre".

El centro fue inaugurado en marzo de 2000 por el entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, que aseguró que, con esas dependencias que terminaban con tres años de actividad en el campamento de Calamocarro, se atendería a todos los inmigrantes.

Se equivocó, puesto que un único CETI siempre ha sido poco para la presión migratoria que sufre Ceuta. La futura ampliación tampoco hará mucho más, puesto que sólo aumentará en un 11% sus plazas. El centro ha estado tan saturado que incluso estuvo un 33% por encima de su capacidad de acogida

en septiembre de 2003, cuando la delegación del Gobierno ordenó desalojar un campamento de Médicos Sin Fronteras.

Peticiones de asilo

Las autoridades piden paciencia, pero también colaboración. La Delegación del Gobierno apunta a los colectivos religiosos próximos a los inmigrantes, a los que acusa de aleccionarles para que pidan asilo político. Y eso es lo que hace más de la mitad de los inmigrantes que llega a Ceuta. Aconsejados por las mafias que les ayudan a cruzar y "animados", como afirmó ayer el delegado, Jerónimo Nieto, por grupos religiosos, todos se dirigen a la Oficina de Extranjería para pedir el estatus de refugiado.

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Sólo lo consigue uno de cada cien, pero mientras se resuelve el papeleo el inmigrante se asegura una estancia mínima de seis a nueve meses. Todo esto ha originado un "tapón" en Extranjería que retrasa meses el cumplimiento de las órdenes de expulsión.

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