Reportaje:FÓRUM DE BARCELONA | Actividades

Telares como los de antes en la jaima

Personas con discapacidad de la Cooperativa Teixidors muestran su trabajo artesanal en uno de los espacios de creación del Fórum

Quedan pocos tejedores como los que trabajan en la jaima del Fórum. Son artesanos de la Cooperativa Teixidors de Terrassa y elaboran ante el público fulares y bufandas de lana y seda con telares manuales de madera, de los que apenas quedan. La cooperativa es un Centro Especial de Trabajo que emplea a unas 30 personas con discapacidad intelectual moderada y fue elegida por la organización del Fórum para elaborar los artículos textiles de gama alta del catálogo de productos de comercialización del evento.

"La filosofía del Fórum se adecuaba a nuestra labor social, porque el trabajo artesa...

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Quedan pocos tejedores como los que trabajan en la jaima del Fórum. Son artesanos de la Cooperativa Teixidors de Terrassa y elaboran ante el público fulares y bufandas de lana y seda con telares manuales de madera, de los que apenas quedan. La cooperativa es un Centro Especial de Trabajo que emplea a unas 30 personas con discapacidad intelectual moderada y fue elegida por la organización del Fórum para elaborar los artículos textiles de gama alta del catálogo de productos de comercialización del evento.

"La filosofía del Fórum se adecuaba a nuestra labor social, porque el trabajo artesanal es una salida laboral para personas que no tendrían lugar en otra empresa", explica el coordinador del espacio y monitor de la cooperativa, José Antonio Pazos. Habla orgulloso de la calidad de sus productos y explica que venden por toda España y que también exportan al extranjero. "En la cooperativa, en cada telar se hace una pieza pequeña en una hora, mientras que en la industria una sola persona supervisa 20 telares", señala. "La gracia está en la calidad y en dar valor al trabajo".

Mientras el monitor habla, Joan Francesc Cordomí acciona los pedales, mueve el batán y tira de la lanzadera una y otra vez. Las instrucciones de la prenda que está tejiendo -un fular en tonos azules y grisáceos de lana y seda- indican que debe hacer 17 pasadas cada 5 centímetros: cuantas más pasadas, más tupido resulta el tejido. Los 18 años, de sus 38, ante un telar avalan el trabajo de este veterano tejedor que con tanta práctica ya mide las distancias a ojo. "Parece fácil, pero no lo es. Hay que coordinar pies, manos y pensar con la cabeza", explica sin parar de trabajar. Cordomí valora poder ir a su ritmo y "ver el resultado al final del día en forma de piezas". "En un despacho puedes trabajar en el ordenador o coger el teléfono pero al final del día el resultado no es tan visible", añade. Cuando alguien cuestiona el trabajo artesanal, salta. "La calidad no tiene nada que ver, los materiales son nobles y tienen una vida mucho más larga, y además está el valor de lo hecho a mano, que no se puede medir", defiende Cordomí.

Los cooperativistas de Teixidors elaboran pañuelos, bufandas, juegos de mesa, mantas y colchas e intervienen en todo el proceso de elaboración de los productos. Excepto el hilo, que lo compran, lo hacen todo: el diseño, los acabados, los manipulados, el lavado, planchado, etiquetado y embolsado de los productos. Los tejedores estarán en la jaima todos los días hasta el final del Fórum.

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