El sistema de seguridad 'Tarro de miel' pone a prueba los 'hackers'
De la forma más dulce ha pensado tratar el comité organizador de Atenas 2004 a todos aquellos que se hayan propuesto hacerle un agujero en sus sistemas. Un programa de seguridad denominado Tarro de miel ya está en marcha para poner freno a sus acciones. Es tan sólo una de las medidas de seguridad tomadas por el ATHOC para tratar una práctica común a todos los Juegos: los continuos intentos, aunque sólo sea por unos minutos, de perturbar la competición, la preferida de los hackers.
En esa misma línea de acción, Atenas 2004 ha puesto tierra de por medio entre sus dos centros...
De la forma más dulce ha pensado tratar el comité organizador de Atenas 2004 a todos aquellos que se hayan propuesto hacerle un agujero en sus sistemas. Un programa de seguridad denominado Tarro de miel ya está en marcha para poner freno a sus acciones. Es tan sólo una de las medidas de seguridad tomadas por el ATHOC para tratar una práctica común a todos los Juegos: los continuos intentos, aunque sólo sea por unos minutos, de perturbar la competición, la preferida de los hackers.
En esa misma línea de acción, Atenas 2004 ha puesto tierra de por medio entre sus dos centros de recogida de información: uno se encuentra en el centro de la capital griega y el otro a 150 kilómetros de distancia. "De este modo, suceda lo que suceda, lo que pase en el uno no puede influir en el otro, aunque se trate de un terremoto, cosa que no esperamos, pero que también hemos previsto", señala el director general del departamento de tecnología del ATHOC, Dimitris Beis. Ambos centros, ya en funcionamiento, fueron probados a mediados de junio sin que se registrara ninguna incidencia destacable.
Protección de sistemas
Al margen de estas medidas, existen también las "lógicas": aplicación de todas las últimas protecciones para los sistemas y seguimiento diario de las conexiones hacia la red de Atenas 2004. "Si hay algo que nos resulta sospechoso, se toman inmediatamente medidas para bloquear la entrada de cualquier visitante indeseable", apunta Beis.
El acceso de un hacker al sistema de los Juegos podría dar al traste con la página web de la organización durante un periodo de tiempo o, incluso, causar la desaparición de los resultados o cambiarlos.
Por eso, Beis insiste: "Por muchas medidas que se tomen, se pueden abrir puertas para los hackers de forma involuntaria. Necesitamos que el personal que administra los ordenadores esté alerta y tenga cuidado; para ello les mantenemos informados y les damos las herramientas necesarias para bloquear a aquellos que nos podrían causar problemas".
COI: www.olympic.org
ATENAS 2004: www.athens2004.com