Reportaje:

Un problema convertido en arte

El programa 'Pintamuro' consigue conjugar en Jerez el 'graffiti' y el respeto al medio urbano

El graffiti se ha convertido en un problema en muchas de las grandes ciudades andaluzas. En Jerez, sin embargo, ha pasado a ser un instrumento más para mejorar la estética de algunas zonas del municipio. El mérito es del programa Pintamuro, una idea del Ayuntamiento jerezano que ha cumplido ya tres años y que ha demostrado que la creatividad de los artistas del graffiti es compatible con el respeto al medio urbano. Con esta iniciativa se ha logrado que una gran parte de los amantes y aficionados del spray plasmen sus obras en muros y paredes elegidos por el Consisto...

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El graffiti se ha convertido en un problema en muchas de las grandes ciudades andaluzas. En Jerez, sin embargo, ha pasado a ser un instrumento más para mejorar la estética de algunas zonas del municipio. El mérito es del programa Pintamuro, una idea del Ayuntamiento jerezano que ha cumplido ya tres años y que ha demostrado que la creatividad de los artistas del graffiti es compatible con el respeto al medio urbano. Con esta iniciativa se ha logrado que una gran parte de los amantes y aficionados del spray plasmen sus obras en muros y paredes elegidos por el Consistorio para tal fin y no en lugares donde sus trabajos, más allá de una expresión artística, son vistos como una mancha. Pintamuro no sólo está ordenando el graffiti en Jerez sino que, además, sirve para que los grafiteros jerezanos aprendan más sobre técnicas de dibujo y muralismo a través de clases impartidas por expertos en la materia.

En la presente edición se han inscrito en el programa un total de 18 jóvenes, quienes tienen a su disposición este año 3.000 metros cuadrados de lienzo repartidos por toda la ciudad. De esta forma, el Ayuntamiento ha decidido dar un toque de color a dos parques, un colegio, una glorieta, un complejo deportivo y hasta los muros de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre y del Museo de la Tonelería, dos de los atractivos turísticos más importantes de Jerez. Paralelamente, se ha puesto en marcha una nueva iniciativa, íntimamente ligada a Pintamuro, que bajo el nombre de Muros libres ofrece a los aficionados al graffiti la posibilidad de solicitar permiso para dejar su marca en una pared en concreto que ellos hayan elegido. La autorización, en los casos que reciben el visto nuevo, se concede automáticamente tras la presentación de un diseño, y ya hay más de 300 jóvenes que se han interesado por la idea. Así, el graffiti llegará también a lienzos como el del muro del Parque de Bomberos o del instituto Alvar Núñez.

El alma máter de todo este movimiento es el artista catalán Antoni Gabarre, cuyos murales se pueden disfrutar en las más importantes ciudades del mundo. Gabarre llegó a Jerez hace tres años para liderar un proyecto que se antojaba difícil y que ahora es un notable éxito. "Estamos, de alguna forma, vistiendo la ciudad en aquellas zonas donde estaba un poco desnuda", dice Gabarre, quien está convencido además de que Pintamuro está sirviendo para destapar a los verdaderos artistas que se esconden tras algunos de los murales que estamos acostumbrados a ver en muchas de las calles de nuestras ciudades.

El buen funcionamiento del programa es tal que Gabarre y sus chicos, quienes este fin de semana han estado pintando en Lisboa invitados por el Ayuntamiento de la capital portuguesa, van a participar próximamente en el Fórum Barcelona 2004, dentro del llamado Festival Mundial de la Juventud. Los días 9 y 10 de agosto Pintamuro se integrará en la mesa del graffiti con el objetivo, según el delegado municipal de Juventud, Javier Durá, de "llegar a un acuerdo de respeto mutuo entre representantes de la política municipal y de este movimiento artístico y urbano". En esta mesa del graffiti estarán las principales capitales españolas, cuyos grafiteros se unirán para realizar un gran mural conmemorativo del acontecimiento.

Pero los jóvenes de Pintamuro reciben ya, incluso, encargos de empresas privadas para decorar sus instalaciones. Es el caso de la firma jerezana Autovisión que, recientemente, organizó un concurso premiando los mejores diseños basados en la relación del sonido y el motor. Los trabajos ganadores fueron plasmados en diez murales en las naves de la citada empresa, en lo que se ha convertido en el origen del primer museo del graffiti existente en esta ciudad.

Por otro lado, la última obra llevada a cabo por los 18 integrantes del Pintamuro 2004 es un mural de 90 metros de largo ubicado en el parque de Picadueña Alta y que puede divisarse, incluso, desde la circunvalación de Jerez. La delegación municipal de Juventud y Educación ha destacado la implicación y el trabajo de estos jóvenes, quienes al igual que sus antecesores, "están demostrando un gran interés y voluntad por seguir avanzando en el mundo del muralismo dentro de los cauces legales establecidos para ello".

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