Los Príncipes presiden la entrega de despachos en Zaragoza
Los Príncipes de Asturias presidieron en la Academia General Militar de Zaragoza, por primera vez, la entrega de despachos a 342 cadetes, entre los que hay 21 mujeres. Era la sexta ocasión en que el príncipe Felipe presidía la ceremonia, en un centro donde cursó un año de estudios hasta que recibió el despacho el 13 de julio de 1989 de manos de su padre, el Rey, también alumno de la Academia. Ayer recibieron los títulos oficiales del Ejército de Tierra, Guardia Civil y militares de complemento.
El Príncipe vestía el uniforme de gala de comandante del Ejército de Tierra, y doña Letizia, ...
Los Príncipes de Asturias presidieron en la Academia General Militar de Zaragoza, por primera vez, la entrega de despachos a 342 cadetes, entre los que hay 21 mujeres. Era la sexta ocasión en que el príncipe Felipe presidía la ceremonia, en un centro donde cursó un año de estudios hasta que recibió el despacho el 13 de julio de 1989 de manos de su padre, el Rey, también alumno de la Academia. Ayer recibieron los títulos oficiales del Ejército de Tierra, Guardia Civil y militares de complemento.
El Príncipe vestía el uniforme de gala de comandante del Ejército de Tierra, y doña Letizia, un traje de chaqueta de color vainilla con falda de tablas. A la ceremonia acudieron más de 2.000 familiares de cadetes. Participaron en el acto el ministro de Defensa, José Bono; el jefe de Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz; el jefe del Estado Mayor del Ejército, José Antonio García, y el director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, así como el presidente de la comunidad, Marcelino Iglesias, y el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch.
Tras la entrega de los títulos, la ceremonia concluyó con el homenaje a los caídos. Al final de la misma se produjo el ritual del lanzamiento de gorras al aire, una vez que don Felipe ordenó "romper filas por última vez en la Academia General Militar".
Y un año más la estatua ecuestre de Francisco Franco, primer director de la Academia en su segunda etapa entre 1928 y 1931, coronaba el podio en que se encontraban las autoridades. Pese a que el calor no era excesivo, durante el acto en el patio de armas sufrieron un desvanecimiento dos soldados que estaban en formación.