¡Qué envidia de checos!

Lo vieron todos. Fue el partido entre Holanda y la República Checa. Una maravilla. Los entrenadores disfrutaron de lo lindo porque el fútbol les gusta por encima de todo, más allá de las pizarras, de los sistemas de preparación o del manejo del grupo. Guardarán el vídeo y cuando reclamen una dosis de buen juego, lo rescatarán de sus atestadas videotecas para gozar otra vez del inmenso espectáculo. Los entrenadores consultados ayer por EL PAÍS, alabaron el juego que desplegaron checos y holandeses el pasado sábado en Aveiro. Los profesionales del banquillo matizan la sensación que dejó el parti...

Lo vieron todos. Fue el partido entre Holanda y la República Checa. Una maravilla. Los entrenadores disfrutaron de lo lindo porque el fútbol les gusta por encima de todo, más allá de las pizarras, de los sistemas de preparación o del manejo del grupo. Guardarán el vídeo y cuando reclamen una dosis de buen juego, lo rescatarán de sus atestadas videotecas para gozar otra vez del inmenso espectáculo. Los entrenadores consultados ayer por EL PAÍS, alabaron el juego que desplegaron checos y holandeses el pasado sábado en Aveiro. Los profesionales del banquillo matizan la sensación que dejó el partido entre los aficionados

"Los checos no me sorprendieron. Han cambiado el nombre del país pero mantienen los signos de una escuela que ha generado, siempre, futbolistas muy completos: Resistentes y rápidos, muy dotados en lo técnico, tácticamente responsables y psicológicamente competitivos y fríos. Panenka tiró el célebre penalti como lo hizo por algo, por su origen. No fue casual. En mis apuestas, es favorita desde que acabó la clasificación. Brückner maneja una hornada excelente, puede formar dos equipos distintos y competitivos".

"Los checos tienen tanta calidad como capacidad de trabajo. Me sorprendió especialmente su altísimo ritmo de juego. Mandó Holanda de entrada porque los checos pecaron de inocentes en los dos goles que encajaron. La mayoría de equipos han llegado muy zurrados a la Eurocopa, pero los checos están muy frescos y se fueron a por el partido con una confianza impresionante, la misma que mostraron en su debut en el torneo ante Letonia, un rival muy diferente a Holanda, pero no por eso más fácil, por más que el estilo de los letones provocara un partido menos vistoso para el aficionado. Su calidad les valió para darle la vuelta al marcador".

"El partido fue espectacular para los aficionados, pero como entrenador me pareció bastante descontrolado. La sensación de que cada jugada podía acabar en gol es consecuencia de que ninguno de los dos equipos tuvo el control del partido. Los checos se impusieron por calidad y por velocidad pero no creo que sean favoritos para ganar la Eurocopa. No transmiten seguridad, consecuencia de su falta de orden. Precisamente por ese defecto Holanda tuvo ocasiones suficientes para haber dejado el partido sentenciado antes de que sucumbiera al empuje de sus rivales".

"El partido fue, de largo, el mejor de toda la Eurocopa, porque el concepto de Holanda, muy ofensivo, ayudó a que fuera más vistoso. Pero la República Checa también jugó ante Letonia un partido espectacular. En los dos partidos ha tenido que remontar y lo ha conseguido y ese detalle me parece muy importante y habla muy bien de la confianza que tienen en su apuesta por su estilo. Juegan con desparpajo, con mucha movilidad en la líneas y se adaptan muy bien, especialmente en defensa, a la exigencia del rival. Es cierto que cometieron algunos errores, pero me quedo con la calidad de sus jugadores: Nedved, Rosicky, Baros, Koller... Saben lo que hacen esta gente y saben cómo les gusta hacerlo, algo que se me antoja definitivo. Poborsky parece vivir una segunda juventud, pero he visto a uno nuevo, Heinz, que me encanta. Es sensacional".

"El nivel que está mostrando el equipo checo es altísimo pero contra Holanda tuvo algo de suerte porque, con el 2-0, los de Advocaat pudieron sentenciar. Por encima de todo, disfruté viendo un gran partido. Más allá de errores puntuales o en las sustituciones. De hecho, ninguno de los dos me sorprendió, porque fueron fieles a su estilo tradicional: Buenos futbolistas en los dos bandos, con un extremo espectacular , Robben, típico del juego holandés, y grandes futbolistas en los checos, gente trabajadora que además cuida muy bien el balón. Saben como quieren jugar y no reniegan en ningún momento de su idea. Tampoco Holanda, que tuvo algo de mala suerte cuando tenía el partido de cara, listo para rematarlo. Yo me quedo con la sensación de dos equipos abiertos, que juegan en vertical, dispuestos siempre a buscar al rival con velocidad, cuidando la pelota y con determinación. Me lo pasé muy bien".

"Como siempre, la culpa de que Holanda no se llevara el partido la estarán cargando en el entrenador, supongo, por el cambio de Robben. Pero yo creo siempre en que son más decisivos los jugadores que cualquier otra cosa y a los checos se les nota que creen en su entrenador, porque les están saliendo las cosas. Por eso dejan la sensación de que juegan a lo que juegan sin dudar en absoluto de que volverán a ganar. Además son muy buenos y sus movimientos tácticos hablan de futbolistas muy hechos. No les quema la pelota, la buscan constantemente la juegan y la cuidan, por eso resulta tan agradable verles".

"El partido fue muy bonito y si no ganó Holanda fue, más allá de la calidad del rival, por sus errores y, especial y decisivamente, por la sustitución de Robben. Con él en el campo siempre generó Holanda sensación de peligro. Tuvo mala suerte en jugadas puntuales y tampoco el árbitro estuvo muy acertado. Algunas decisiones perjudicaron abiertamente a mi país. Pero lo que más daño hizo fue el cambio ordenado por Advocaat", aseguró el técnico del Ajax en declaraciones en la cadena de televisión RTL4 para la que trabaja.