Al Alavés le duró el sueño de estar arriba solamente un minuto

Necesitaba el Alavés para ascender ganar en Eibar y que el Getafe empatara o perdiera en Tenerife o que el Numancia perdiera con el Recreativo y llegadas las 20.08 horas todas las circustancias favorecían el regreso del equipo vitoriano a Primera. Rubén Navarro marcó en Ipurua. El Numancia y el Getafe aún seguían a cero. Poco le duró la dulce situación al conjunto de Pepe Mel. 60 segundos más tarde, a las 20.09, comenzó en Tenerife el recital de Sergio Pachón. El Getafe ya era de Primera. A las 20.32, el objetivo del ascenso ya era pura utopía alavesa: coincidieron el tercer gol del Getafe en ...

Necesitaba el Alavés para ascender ganar en Eibar y que el Getafe empatara o perdiera en Tenerife o que el Numancia perdiera con el Recreativo y llegadas las 20.08 horas todas las circustancias favorecían el regreso del equipo vitoriano a Primera. Rubén Navarro marcó en Ipurua. El Numancia y el Getafe aún seguían a cero. Poco le duró la dulce situación al conjunto de Pepe Mel. 60 segundos más tarde, a las 20.09, comenzó en Tenerife el recital de Sergio Pachón. El Getafe ya era de Primera. A las 20.32, el objetivo del ascenso ya era pura utopía alavesa: coincidieron el tercer gol del Getafe en Tenerife, el tercer gol de Pachón, que había marcado el segundo tres minutos antes, y el primero del Numancia ante el Recreativo para romper el equilibrio. Y aunque el Tenerife llegó a ponerse 2-3, de nuevo Pachón, su cuarto gol nada más comenzar el segundo tiempo, marcó la diferencia. El madrileño cerró la goleada (3-5) con un quinto tanto a diez minutos del final del encuentro. Nunca un jugador había marcado tantos goles en campo ajeno en la historia de la categoría. Pozo, del Badajoz en 1993 y Puche II, del Palamós en 1994, habían marcado, respectivamente, cinco y seis tantos, pero ambos en casa.